Hay varios casos de ilegalidad preocupante en y alrededor del nuevo gobierno. Uno es que Wellington Arnaud está ejerciendo -de facto- como director de INAPA y otro es la intención de imponer a Eddy Olivares en la nueva Junta Central Electoral. Hay más, pero voy a quedarme en estos dos.
Eddy es una persona técnica y jurídicamente calificada para el cargo, pero políticamente inhabilitada. Su dispensa reciente del PRM no es suficiente, ni siquiera verosímil. Si el PRM de Hipólito Mejía impone a Eddy con la torpe complicidad, la odiosa sumisión o la estupidez de los senadores estaría legitimando las prácticas del danilismo y otros precedentes igualmente funestos. Danilo Medina hizo una JCE a su medida. El país lo echó a patadas de la presidencia. ¿Vamos entonces a repetir el accionar de ese canalla? ¿Quién tendrá derecho a reclamar y protestar, cuando venga otra JCE a repetir manipulación y corruptelas, acaso contra ese mismo PRM, como ya fue el caso o contra otras fuerzas o partidos legítimamente integrados, en los próximos procesos electorales?
La JCE, tanto como la Suprema y los tribunales más importantes, no pueden ni deben estar integrados por dirigentes políticos actuales, o de reciente vinculación.
Hipólito Mejía, un payaso de barbería que los imbéciles del Senado acaban de legitimar, confiriéndole honores que no merece por sus negativos aportes a la democracia y su famosa e infame frase de que a los ex presidentes no se les mete presos. Esas tratativas no exculpan al Presidente del Senado, que lo conoce bien pero convenientemente se ausentó durante la votación en lugar de oponerlo. Tras mas de 20 años pontificando y construyéndose un altar falta ver si el Ing. Estrella estará a la altura de sus discursos y de las circunstancias.
Mejía está detrás de la presión para imponer a Eddy, y es una lástima que un buen nombre tenga tan mal patrocinador. Ese es Hipólito Mejía, trabajando para Danilo Medina a todo vapor, para que el país vea y crea que Luis y Danilo son comparables, que no hay diferencias esenciales y todo es todo y nada es nada. Mientras más aumenta la influencia operativa de Hipólito en el gobierno de Luis, peor nos irá a todos. Ya lo verán, y espero y deseo que el propio Luis lo vea a tiempo, antes de que sea demasiado tarde.
Hipólito es el artífice de la rehabilitación en marcha de Danilo Medina y dirige los esfuerzos para fragilizar al gobierno de Luis Abinader mientras gestiona una JCE que en el 2024 corone las ambiciones de su hija y continúe masacrando a Leonel Fernández ya que a eso está limitado ahora Medina por su inhabilitación y su bochornoso legado. Regresando a la vieja política de trampas, chanchullos y fraudes donde él no cabe, Hipólito Mejía arruina las esperanzas e ilusiones de cambio que albergan los dominicanos y por las cuales apoyamos a Luis pero el jefe de la conjura actual no es Hipólito sino Danilo Medina. El primero es un chapucero, el segundo un maquinador rencoroso, inescrupuloso y desfachatado.
En cuanto al caso de Wellington Arnaud al frente de INAPA, todo lo que rodea su gestión es ilegal. Ninguna de sus decisiones ni actuaciones puede ser convalidada frente a un escrutinio de ley. El gobierno cometió un error con su nombramiento. Al comprobar que había una violación de la ley, cometió un segundo error. Tratar de modificar la ley, en lugar de revocar el nombramiento. Lo empeoraron al presentar una justificación barata de porqué modificar la ley y ahora, ya con plena conciencia y conocimiento de lo que hay, lo único que debe hacer es enderezar el entuerto, revocar el nombramiento y pedir excusas, con lo cual, en lugar de bajar, aumenta su estatura, credibilidad y respeto.
¿Qué parte de una situación tan clara y transparente será la que no entienden?