Esa ha sido la interrogante que por años los ciudadanos dominicanos y economistas se han hecho, de que, si la deuda pública del país es sostenible o no por el alto nivel de endeudamiento que ha experimentado el país en los últimos 15 años. Para el asesor económico del Ministerio Hacienda de la República Dominicana, José Luis Actis, la deuda pública del país es saludable y sostenible, debido a que en los últimos años las agencias calificadoras de riesgo han mejorado la calificación de riesgo soberano del país. De igual manera, argumentó que, al 30 de junio de 2019 la deuda del Sector Publico No Financiero (SNPF), ascendió a US$ 34, 626.2 millones, lo que representa un 39% del Producto Interno Bruto (PIB). 

Uno de los errores más comunes, en los que incurren algunos hacedores de políticas públicas y economistas, es medir la sostenibilidad y salubridad de la deuda pública, a través del indicador premium por excelencia: relación deuda/PIB. La historia nos enseña, que este indicador no es el más idóneo para medir la sostenibilidad de la deuda. En la década de los 80, la cual se vio marcada por la crisis de la deuda en América Latina y el Caribe, Jamaica cayó en default o en cesación de pago, a pesar de contar con un nivel de deuda del 20% del PIB. Pero destinaba más de la mitad de sus ingresos tributarios al pago del servicio de la deuda (intereses y capital), lo que llevó a ese país a refugiarse en el Plan Brady lanzado por el Departamento del Tesoro en 1989, para ayudar a los países en crisis a reestructurar su deuda.

La deuda pública consolidada (que incluye el sector público no financiero y del Banco Central), según datos del Ministerio de Hacienda y el Banco Central, pasó de US$ 4, 460 millones en el año 2000 a US$ 42, 378 millones a febrero de 2018, para un aumento de 850.17% en 18 años, lo que representaba en ese momento un 55% del producto interno bruto (PIB). En el año 2018, la República Dominicana tuvo que destinar un 23% de sus ingresos tributarios para el pago de los intereses de la deuda; el promedio de America Latina es de 15.9%. Países con mayor porcentaje de deuda con relación al PIB: Grecia y Japón, poseen una deuda de 182% y 234% del PIB, respectivamente, destinan un menor porcentaje que la República Dominicana al pago de los intereses de la deuda. Grecia destina el 18% de sus ingresos tributarios para el pago de los intereses, mientras que Japón sólo destina el 3%. 

Relación deuda-crecimiento económico

Una de las principales preocupaciones de los agentes económicos, y del público en sentido general, es si el incremento de la deuda va a frenar el ritmo de crecimiento de la economía. La relación entre la acumulación de deuda pública y el crecimiento económico es compleja, y la teoría económica por sí sola no proporciona una guía clara para entender este enigma. El argumento principal para una relación negativa entre estas dos variables es el "desplazamiento" de la inversión privada por parte del Gobierno. Otra explicación se relaciona con la confianza: una trayectoria de deuda con pendiente ascendente más allá de ciertos niveles podría llevar a los inversionistas a preocuparse por la sostenibilidad de la deuda del país. Como reflejo de este riesgo, los agentes económicos estarían dispuestos a mantener bonos gubernamentales, sólo si obtienen una tasa de rendimiento mayor a la actual. Por tal razón, habrá una reducción de la demanda agregada y de la inversión debido a tasas de interés más altas, a su vez, pueden tener consecuencias negativas para el crecimiento económico a largo plazo. Debido a un mayor costo de financiamiento por parte del Gobierno, provocaría una presión adicional sobre las cuentas fiscales. Un aumento en los rendimientos de los bonos del Gobierno podría conducir a una mayor pérdida de confianza. Lo que en una situación extrema podría causar una crisis de insostenibilidad fiscal.

Si bien es cierto, que es teóricamente posible que los Gobiernos inflen la deuda denominada en moneda local, monetizándola (imprimiendo dinero), esto es imposible para la deuda denominada en moneda extranjera. En última instancia, una crisis de deuda pública también podría desencadenar crisis monetarias y / o bancarias con consecuencias más profundas para la economía. La deuda pública elevada y creciente también podría limitar la capacidad de maniobra de las autoridades para mitigar los efectos de los ciclos económicos recesivos que aparezcan en el horizonte. Todos los argumentos hasta ahora expuestos son abstractos, y más si se trata de la composición del gasto gubernamental adicional, que da lugar a la acumulación de una mayor deuda pública. Dicho gasto gubernamental adicional podría invertirse en capital público productivo (como infraestructura, educación o salud) y podría mejorar el crecimiento económico. En consecuencia, el efecto neto de la acumulación de deuda sobre el crecimiento económico no puede establecerse teóricamente y requiere un análisis empírico cuidadoso.

Un estudio realizado por el Banco de la Reserva Federal de Dallas en los Estados Unidos, utilizando datos de panel de 40 economías (economías desarrolladas y subdesarrolladas), que abarca los años entre 1966 y 2010. Estos datos incluyen la deuda pública consolidada (incluye deuda intergubernamental). Aunque los datos arrojados por el estudio no muestran un nivel óptimo universal que explique la merma del crecimiento económico por los efectos del aumento de la deuda. Sin embargo, el mismo estudio muestra que aquellos países que tienen niveles de deuda superior al 60% del PIB, tienden a experimentar una menor tasa de crecimiento económico en términos reales.  Estos resultados sugieren que la trayectoria de la deuda es probablemente más importante para el crecimiento que el nivel de deuda en sí.

Es importante destacar que las relaciones a largo plazo no proporcionan ninguna indicación sobre la dirección de la causalidad, sino que simplemente proporcionan una asociación estadística entre las variables a largo plazo. De hecho, la causalidad puede correr en ambos sentidos. Por ejemplo, un aumento inesperado en la producción luego de una irrupción tecnológica positiva dará como resultado mayores ingresos fiscales y una mejor relación deuda/PIB. Por otra parte, un incremento en el nivel de deuda seguido de una política fiscal expansiva podría aumentar el consumo privado interno, y, por ende, aumentar el crecimiento, y reducir el nivel deuda/PIB.

Las estimaciones de los coeficientes a largo plazo que muestra el estudio son todas negativas, lo que implica que los países que incurrieron en aumentos persistentes en la relación deuda / PIB durante largos períodos, también experimentaron un menor crecimiento de la economía. Sin embargo, un aumento temporal en la relación (por ejemplo, para ayudar a mitigar las fluctuaciones del ciclo económico) no juega un papel determinante en la relación a largo plazo, entre la deuda pública y el crecimiento económico.

Conclusiones

Como podemos apreciar, el aumento constante de los niveles de endeudamiento puede mermar el crecimiento a largo plazo, y como consecuencia, una reducción de las recaudaciones que podrían poner en aprietos a los gobiernos para hacerle frente a sus compromisos fiscales, la Republica Dominicana no esta exenta de esta tendencia. El Gobierno dominicano debe mejorar la calidad del gasto e ir cambiando la composición de la deuda, por una deuda denominada en moneda local para que sea más fácil monetizarla cuando llegue un ciclo económico recesivo.