T. S. Eliot dijo que Abril es el mes más cruel. Ahora lo fue para Evgueni Aleksándrovich Yevtushenko, ese ruso universal, andariego por islas y continente que ha muerto en Tulsa, Oklahoma el día primero de este mes.
Nacido en la provincia de Irkut el 18 de junio de 1932, se va en vísperas de alcanzar los ochenta y cinco, una larga vida llena de todo. Es difícil que alguien haya tenido una vida tan plena en años tan difíciles. Nació en plena y dura situación socialista. Así creció. Pero ese enorme país que aprendimos a amar en las novelas de Fedor Dostoievski o de León Tolstoi, que nunca fueron prohibidas en el país y la encontrábamos junto a las de otros autores como Máximo Gorki quizás por el título inocentón de ‘La Madre’, en ediciones rústicas baratísimas de las editoras Tor, Sopena, etc.
Leer ahora que murió en Estados Unidos podría sorprender a algunos. Pero este poeta, medio bohemio, extrovertido, aprendió en la Calle El Conde la palabra Fukú y en 1985 anduvo por nuestras calles haciendo vida pública cuando en la Ciudad Colonial todavía casi todas las cosas ocurrían.
Caminando precisamente por esas calles recibí el toque de la llegada de un mensaje. Era un poema de Yevtushenko que me enviaban. Me detuve a leerlo. No sé si es por las cosas que he estado escribiendo o pensando sobre el país, que este poema me pareció escrito por cualquiera de nosotros.
Antes de ofrecer a los lectores como regalo de Semana Santa, quizás no solo como poesía, sino como reflexión más que política o social, sencillamente humana. como le hubiera gusto decir a él.
Volviendo al poeta, podríamos resumir así su vida:
Su padre Alexandr escribía versos, era de profesión geólogo; su madre era Zinaida Yevtushenko, apellido que adoptaría, era cantante. Al año de nacido se mudaron a Moscú. Luego durante la guerra para salvarse se fueron en 1941 a Siberia.
Su vida es novelesca. La madre lo declaró en 1944 como nacido en1933 y con su apellido de soltera que él usaría siempre, para evitar problemas de identidad.
En 1949 aparece el primer poema suyo publicado: ‘Dos Deportes’. Su primer libro en 1952: ‘Los exploradores del porvenir.’ Es aceptado en la Unión de Escritores Soviéticos convirtiéndose en el miembro más joven.
Estudio en el Instituto de Literatura Máximo Gorki de Moscú del 52 al 54. Este año fue expulsado por apoyar la novela de Vladimir Dudinset: ‘No solo de pan vive el hombre.’
Vale decir que siendo tan joven ya estaba mostrando su rebeldía.
Aunque no hay cambios profundos, se sienten aires novedosos: Junto a otros poetas se convierte en un ídolo de la Generación del 60. Frases suyas circulan. Una de ellas es la siguiente: ‘Un poeta en Rusia es más que un poeta’.
Fue parte del deshielo político. Los poetas llenaban estadios con sus lecturas de poemas. Sus ídolos eran por su vigor Vladimir Mayakovski y por su ternura Boris Pasternak.
En 1989 fue elegido diputado del Soviet Supremo de la URSS. En 1991 llegó a la universidad de Tulsa con su familia. Se mantuvo viviendo en los dos países.
El poeta tuvo cuatro matrimonios: En 1954, en 1961, en 1978, finalmente en 1987 casó con su actual viuda: María Novikova
Procreó 5 hijos y sus obras han sido traducidas a 70 lenguas..
En su currículo consta según Wikipidia, además de su enorme legado de publicaciones poéticas o sus traducciones, sobre todo de los poetas rusos al inglés; de los honores, de donde he tomado muchos datos, que fue profesor en Pittsburgh y Santo Domingo.
En fin, Yevtushenko, es una personalidad de tan altos reconocimientos que hasta un planeta menor lleva su nombre.
Una anécdota lo retrata de cuerpo entero: Estaba en la Amazonia en zona de Colombia y vio un incendio del otro lado, en Perú, frente a la indiferencia de los colombianos cuando les dijo que fueran a ayudar, le dijeron que eso ocurría “del otro lado”, escribiendo en castellano: ‘No hay lado colombiano./ No hay lado peruano./ Solamente hay lado humano.’
Dicho esto, pasamos a dejar para meditación además de las religiosas, puramente poéticas o simplemente humanas, pensando que al terminar de leerlo, a lo mejor recordando su paso por Santo Domingo, también describió en cierto modo a nuestro país en el siguiente poema, que es el regalo de pascuas de Semana Santa que le hace Acento a sus lectores.
Yevgueni Yevtushenko
Vivo en el país llamado Más o Menos,
donde,
muy extrañamente,
no hay ningún partido oficial llamado “Masomenosista”…
donde ellos
leen a nuestros escritores clásicos… más o menos.
Donde a veces,
hasta los distinguidos ciudadanos
se enamoran (más o menos),
pero a veces,
después de algunos meses
ya no hay besos,
los unen solo los pesos.
Entonces no son ajenos,
más o menos.
“¿Es verdad, señor, que todos beben en su país Más o Menos?”
Hay algunas personas que no beben nada…
Más o menos…”
“Difícil de creer, señor,”
Ni siquiera algo así como…
una gota. Más o menos.”
“¿Qué tipo de gente es aquella, la de su amado pueblo
del país llamado Más o Menos?”
Son más o menos agradables…
Más o menos honestos…
Unas veces menos, otras veces más…
“¿Está Usted, señor, orgulloso de su gran país,
llamado Más o Menos?”
Hmmm…
Más o menos…
Por lo general, somos generosos más o menos..
suficientemente amistosos… menos o más…
Por supuesto, todos estamos por la paz…
un tanto más, un tanto menos..
Por supuesto, tenemos algunas pequeñitas,
pero más o menos
desagradables guerras.
En cada esquina,
en cada cocina de cada casa
cuando las esposas y los esposos están algo
así como peleando discretamente,
tenemos nuestra propia Chechenia doméstica,