(A los Santos Héroes Laicos que han de ganar la gloria por matar tiranos)
La galardonada escritora y exorcista de la historia dominicana Aída Trujillo Ricart arremetió contra De la Rosa y Carpio por confesar que había celebrado la muerte de su abuelo Trujillo, "La fiesta del Chivo".
Se queja de su hipócrita actitud, dice que no comprende cómo un representante de Jesucristo puede decir que: "Estudiaba en el seminario, en el año 1961, 21 años de mi existencia, y cuando supimos la noticia de la muerte de Trujillo hicimos fiesta en el seminario." Y le reclama enojada: "¿Desde cuándo un auténtico católico celebra la muerte de un ser humano? ¿No nos manda, el V Mandamiento de la Ley de Dios, "No matarás"? Que yo sepa, no existen excepciones a dicho mandato. Quizás él, sí lo sepa".
Peores que Trujillo
Resaltó que su "madre, que era muy católica, conservaba un pergamino con la imagen de Pío XII, en el que bendecía a Trujillo y a su familia. Al fallecer ella, lo destruí, por la rabia que me producía ver tanta hipocresía". Le enrostra a la Iglesia el pasado tiránico y oscuro que la envuelve, sugiriendo que su abuelo Trujillo era un chivito torturador si lo comparaba con los curas inquisidores: "Desde sus comienzos hasta su total finalización, acontecieron millones de barbaridades, crímenes y refinadamente rebuscadas torturas…", Se queja de que la Iglesia no celebre cada año la muerte de Torquemada , el famoso obispo torturador que cometió muchos peores crímenes que el asesinato de las hermanas Mirabal y los cientos de muertes de La 40. Torquemada era un chivito.
Los dos tienen razón
Sin embargo, aunque les parezca extraño a mis lectores, debo decir que tanto el Arzobispo como la Dama tienen la razón, veamos:
La tienen, porque ambos parten de una premisa falsa, cometen el error garrafal de asumir que "el cristianismo es una doctrina sana y coherente, sin doble moral, una doctrina que siempre conduce al hombre por los caminos del bien".
Pero cualquiera que analice el cristianismo con la lupa de la verdad podrá encontrar evidencias de lo afirmado: la doctrina cristiana es insensata, contiene a la vez el germen del odio y del amor en sus entrañas, está contaminada.
Café con leche
Y como tal, no es leche ni café, más bien su historia demuestra que es un oscuro café con un poco leche.
¿La muestra?
Esta supuesta doctrina de Amor fue capaz de parir y sustentar un sistema criminal opresivo como el de la Inquisición, y modernamente ha sido capaz de apoyar con alegría dictaduras peores que la de Trujillo. Ella ve a la Iglesia como una institución ambigua e hipócrita, que tiene el descaro de reclamar democracia a los gobiernos del mundo cuando practica una dictadura monárquica absolutista sobre la gleba cristiana y su clero. Que encubre a sus pederastas y que habla de verdad, libertad y derechos humanos cuando es capaz de embutirle sin respeto alguno sus dogmas a los niños y a las gentes, haciéndolos esclavos ignorantes. (Y en esto estoy de acuerdo).
La mujer es un demonio
Y es que los cristianos aprenden de una Biblia egoísta y antifeminista que les revela a un Padre de Cristo (Jehová) sanguinario que odia y destruye a otros pueblos para sólo favorecer a los suyos Judíos. Mientras proclaman el amor a María, instruyen a los hombres para que desprecien los derechos del género femenino declarando a Eva (la mujer) como la "demonia" culpable y creadora del Pecado Original. Les niegan el sacerdocio.
Han sido capaces de adorar a un Moisés asesino: "Moisés, siendo ya mayor, fue a visitar a sus hermanos, y comprobó sus penosos trabajos. Vio también como un egipcio golpeaba a un hebreo, a uno de sus hermanos. Miró a ambos lados, y como no vio a nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena", (Éxodo 2, 11-12).
Basta, ella también tiene razón, no es necesario abundar en los cientos de ejemplos bíblicos e históricos que avalan la doble moral que carcome las entrañas del cristianismo; un cristianismo que se ha propagado a razón del miedo al infierno y a la ambición de vida eterna que tienen sus creyentes soñadores.
Felicito a mi Arzobispo
Sin embargo, sostengo que mi querido Arzobispo De la Rosa y Carpio hizo muy bien en celebrar con una fiesta la muerte de Trujillo, y lo alabo.
Mi querido Arzobispo, no se sienta mal por la reprimenda de la dama, ella no tiene la culpa; ni usted, ni yo, ni ella entendemos nuestro ambiguo y bicéfalo cristianismo. Por ello hemos tenido que recurrir al Dogma para evitar que nuestra razón actúe y piense; sólo la sin razón de la fe evita que huyamos despavoridos; debemos tenerla en abundancia. Pero creo que ni usted ni yo debemos cargar con los pecados de la Iglesia y salir a defender lo indefendible.
Duerma tranquilo, tenga la seguridad de que nuestro Dios y Cristo ha visto en usted la actitud sincera de un hombre santo que nunca estuvo de acuerdo con el apoyo que le brindó la Santa Iglesia Dominico-Vaticana a Trujillo para que nos jodiera y torturara durante 28 años.
Plomo por hostias
Hermanos en Cristo ¡Oremus! Alabemos a Dios, a Moisés y a la Biblia que sabiamente nos orientan, porque si nuestros Héroes Nacionales del 30 de mayo hubiesen practicado el amor y el perdón que les enseñó el "cristianismo de leche", jamás se hubiesen atrevido a arrancarle la cabeza al tirano y entonces, en vez de plomo, le hubiesen colocado hostias a sus cañones.
Pero no se arrepienta mí querido arzobispo, no se enoje porque una dama sincera le recuerde que un santo Papa bendijo a Trujillo a cambio de un jugoso Concordato porque estos son argumentos y hechos irrebatibles; mejor léase de nuevo a Friedrich Nietzsche y su Anticristo que él conoce mejor que nosotros al cristianismo, pero sobre todo, no trate de darle explicaciones a la dama porque estas cosas mientras más se baten, más…Caerá en un gancho si la enfrenta, déjemela a mí , ¡por "freca"!
Mejor tómese su "cafecito con leche" y llénese del espíritu cristiano Vaticano para que se contagie de "fiebre cardenalicia" y le instalen la ñoña para que continúe cada 30 de mayo celebrando con nosotros "La fiesta del Chivo" en la Primada Catedral Santiaguera de América.
P.D. Y aquí entre nosotros ¿A qué jodido santo milagroso es que usted le reza para que aparezcan sus artículos en casi todos los periódicos, como la arena? Si me lo dice le encenderé una vela, porque una mano invisible y poderosa me persigue y ya no me acoge ninguno de los impresos. Y por cierto, me enteré de que muy pronto van a salir los cuartos para terminar las reparaciones de la catedral. ¡Qué Dios le bendiga y lo colme de fe! ¡Sabecomué!