Nueva York.-Logré colarme en una recepción privada de la embajada estadounidense, pero la seguridad me sacó, no querían periodistas.
Era una noche friolenta, torrenciales aguaceros calmaron los caldeados ánimos políticos dominicanos aquel 21 de enero del 86.
Desde el 24 de noviembre, cuando comandos armados interrumpieron el conteo en las primarias perredeístas, le llamaron el “El Concordazo”, vivíamos en vilo.
La embajada invitó jueces, líderes congresionales, políticos y empresariales.
Quien me informó sobre la recepción, me ayudó a entrar, luego me confió éstos detalles.
El embajador Lowell Kilday presentó al distinguido visitante, Elliott Abrams, subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos.
Abrams dijo esperar que los políticos dominicanos muestren madurez y retornen a la estabilidad que garantiza el clima de inversión.
Interrumpieron su discurso.
En varios televisores apareció el presidente Salvador Jorge Blanco dando “muestras de madurez”, anunció su “Pacto La Unión” resolviendo el conflicto perredeísta.
El “pacto” salió de una reunión previa entre Kilday, Abrams y el secretario de la presidencia, Hatuey de Camps.
Hablaron de Jorge Blanco y su BMW, robado en Manhattan, también de funcionarios traficantes de drogas.
Hoy vivimos una situación similar, cambiaron algunos nombres y partidos. Ayer peleaban los perredeístas Jorge Blanco y Jacobo Majluta, hoy los peledeístas Danilo Medina y Leonel Fernández.
Ayer Abrams manejó el conflicto centroamericano, hoy maneja el venezolano, y dos políticos dominicanos mantienen el mismo viejo pleito del 86.
Majluta obtuvo la candidatura, perdió las elecciones, se dividió el PRD, ¿el PLD, correrá igual suerte?
Los días son iguales, las situaciones y personas también, todos los mañanas son iguales que ayer, sólo cambian números en el calendario, ¿realmente existen “pasado y futuro”?.
Sospecho que “pasado y futuro” son inventos de políticos para robarse el presente, prometiendo un inexistente “mañana mucho mejor”, siguen engañándonos, éste presente es continuo, cíclico, eterno.