Este día merecidamente le concedo este espacio a Felipe Lora, habitante en esta dimensión del surrealismo extremo: “Ella no sabe que sus bisabuelos, migrantes haitianos, no pudieron declarar a su abuelo y, por tal razón, él no pudo obtener su Cedula de Identidad, por lo que no le fue posible declarar a aquella hija que sería su mamá, quien, al no poseer la documentación apropiada, no pudo sacarle el Acta de Nacimiento, sin la cual ella nunca podrá probar que existe”…En ningún lado: ni aquí, ni en Haití ni en ninguna otra parte. No, ella no es apátrida: es que simple y sencillamente no existe.