Debe convertirse en un deber ciudadano de cada miembro de la comunidad cristiana evangélica, el estar informado de los candidatos que pretenden postularse para cualquiera de los cargos electivos, empezando con la Presidencia de la República examinar sus hojas de vida para ver si se está de acuerdo o no de acuerdo con los principios y valores de la doctrina cristiana y la soberanía.
Las próximas elecciones presidenciales congresuales y municipales del próximo 15 de mayo constituyen una magnífica oportunidad para el pueblo cristiano, de ejercer el voto crítico o informado para no premiar aquellos candidatos que apoyan el aborto, los matrimonios de personas del mismo sexo y los que no están claro con la identidad nacional y la soberanía.
Próximamente, el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) hará un emplazamiento público a los candidatos a las diversas posiciones electivas para que se definan sus criterios sobre los temas de vida y familia.
Esto así para hacer uso por primera vez en la historia electoral dominicana del voto informado, algo que no es nuevo sino que tiene referentes históricos inmediatos en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de México (UNAM).
Para el voto informado, los candidatos en México debían llenar un cuestionario sobre preguntas cruciales sobre temas importantes y sus respectivos planteamientos sobre problemáticas que interesan a la nación.
Es un ejercicio democrático interesante, pues permite la interacción entre candidatos y votantes y conocer las inquietudes de uno y otro, y así acortar los procedimientos de acceso a la información.
Para el voto informado, los candidatos en México debían llenar un cuestionario sobre preguntas cruciales sobre temas importantes y sus respectivos planteamientos sobre problemáticas que interesan a la nación
En el caso que proponemos, la iglesia evangélica en el país está a la expectativa sobre los temas que ya fueron propuestos electoralmente y que tienen que ver con la fe. Consideramos contrario a la doctrina cristiana el apoyo a las parafilias como la necrofilia, la pedofilia, el incesto y otros que en los llamados “países desarrollados” se están aceptando.
Nos interesa saber de primera mano, que opinan nuestros candidatos acerca de las nuevas tendencias de diversidad sexual que se presentan como “avances” en materia de derechos humanos, como es el caso de la identidad de género, o el “sexo construido socialmente”.
También en el tema de la soberanía cultural y política que debe tener el país, el principio de que cada país es soberano para elegir cómo llevar a cabo su política migratoria.
Asimismo, de la soberanía jurídica en el contexto internacional la no aceptación de legislaciones que se pretenden trasplantar hechas por los organismos internacionales para transgredir nuestros valores culturales derivados de nuestra tradición cristiana.
Esas interrogantes se las dejo a nuestros candidatos. Está en ellos contestar a nuestro llamado o no, pero permaneceremos expectantes para defender nuestros principios.