La frase existe desde hace mucho tiempo. Y sigue ahí. La sostienen ellos. La alisan en la almohada. Sueñan con ella. La pronuncian al levantarse. La piensan a lo largo del día. La elevan al cielo. La colocan en las nubes. La siembran y abonan para que se multiplique. Está presente en el entrelineado de sus proclamas, discursos y declaraciones públicas. Es lo que impulsa todo su accionar. La frase, santo y seña de los más grandes farsantes: “Vivir fuera del Presupuesto nacional es vivir en el error”. Por ella, todo vale. Ya lo vimos. Lo seguiremos viendo. Lo demás es lo de menos.