El pasado domingo se dieron a conocer las nuevas autoridades del Partido Revolucionario Mayoritario. También acordaron el día en que elegirán a quien será su candidato presidencial. Esto será le 29 de marzo y ciento veinte días después, procederán a escoger los candidatos para las posiciones congresuales y municipales.

Al parecer están muy claros de quién será el candidato presidencial, deben tener los números, independientemente de lo que digan por separado los dos precandidatos y muestra de ello fue el acto del domingo. Harán su convención, escogerán el candidato y se darán su abrazo.

El problema es que todos los miembros de este partido no aprendieron de los errores de su antiguo partido. Se nombró a un presidente y a cinco presidentes en funciones, sin contar a un presidente de honor. Siete personas con el mismo título.

El PRD tuvo un crecimiento horizontal tan grande y esto fue una de las causas de los problemas que vivieron. Presidentes y vice presidentes fácilmente llenan una sala. Fue un arma de doble filo, que si bien fue para encontrar solución a egos y conflictos, más que democracia, se convirtió en un desorden e irrespeto que terminó en un libertinaje.

Lamentablemente éste será también el destino del nuevo partido, que, vuelvo y repito, no creo que haya problemas en la escogencia del candidato presidencial, pero para las posiciones congresuales y municipales, cuando cada uno de estos presidentes apadrinen y quieran a su gente, se volverá a lo  acostumbrado.