Rubby Pérez, cantante de la orquesta de Wilfrido Vargas, responde con un “¡La eterna batalla!” la pregunta cargada de inocencia dudosa sobre las intenciones del negro. El famoso merengue El Africano es del año 83 y una década después desató el Banco Central una disputa que no cesa a la pregunta “¿Está la verdad en sus datos?”

Cada publicación trimestral del crecimiento del Producto Interno Bruto y cada informe mensual sobre la inflación es recibido, desde hace un cuarto de siglo, con incredulidad por una parte de los analistas económicos. Creció menos, no crece, está estancado o bajando el PIB; la inflación es el doble o el triple del chin que dice que subió porque es un chon que compro de menos con el mismo salario.   

Sobre los cuestionamientos al PIB escribí hace unas semanas en Acento. El Banco Central publica la metodología para calcularlo y explica en sus informes el comportamiento de las variables que inciden en el crecimiento de cada sector. Coloca los informes en su portal Web, convoca rueda de prensa con medios nacionales y dialoga con entidades multilaterales, calificadoras de riesgo país, bancos de inversión y cualquier investigador interesado en el tema.

No hay mediciones para comparar y eso no es culpa del Banco Central. Nadie se ha motivado a crear una metodología alterna de uso público que construya una proxy del PIB, como ocurre, por ejemplo, en EUA.  Se está conforme con los cálculos en la magnitud reportada o se hacen ajustes propios para el total o sector particular de interés. Oportunidad hubo de críticos para fortalecer la Oficina Nacional de Estadísticas y crear, como en México, una gigantesca entidad para generar información económica.

Ante la ausencia de competencia en las estimaciones, el Banco Central tiene que vivir con la duda razonable del que opina y se apoya en la sabiduría sagrada de que “Nadie puede ser juez de su propia causa”. En efecto, como se usa mucho en las transiciones de párrafos de los informes de economía, el Banco Central aprueba, en el piso donde está la Junta Monetaria, medidas que tratan de contraer o expandir el crecimiento del PIB, un impacto que encargará de medir el área de Cuentas Nacionales, localizada en en otro piso del mismo edificio.

Me adhiero al “¡Tu sabe!” que da por conocida la concupiscencia del negro a quien pregunta sus intenciones. Sobre la verdad del crecimiento del PIB en este año repito mi conclusión:

“La economía dominicana crece.  El PIB no es “una guagua que va en reversa”, tampoco una “locomotora a toda máquina”.  Cada vez que se revela la cifra nos encontramos con los extremos de la irracionalidad que todo va al revés y una autocomplacencia que espanta y frena poner el acelerador en las reformas.  Ojalá podamos entender que es una aproximación al real crecimiento de la economía y que cada quien lo ubique en el rango que acomode a sus cálculos, intuición o percepción.  De esta manera será posible concentrarse en impulsar las iniciativas que nos conviertan en una economía cada vez más liberal y competitiva, que destruya los altares de rentabilidad asegurada y donde las decisiones de un consumidor soberano, no estatutos legales que otorgan privilegios, decidan la suerte de las empresas.   El camino a crecimientos bíblicos de “siete veces siete” es por ahí que anda.” 

Con la inflación las personas tienen una relación más cercana que el PIB.  Es probable que un alto porcentaje no tenga clara la definición del concepto del PIB, pero esto no ocurre con el subir y bajar de precios que millones perciben en sus transacciones diarias. De ahí la importancia de volver a publicar la lista de los precios promedios de la Canasta Básica, que hasta ahora sólo está disponible con los índices. Esto abordaremos en un próximo artículo. Mientras, tengo disponible una página para ver la evolución de los índices por artículo en tablas y gráficos dinámicos de Power BI, donde he introducido hasta un cálculo de la incidencia por artículos en la variación del IPC general que sea de interés (anual, mensual, acumulada).  En www.josealfredoguerrerob.com la ruta para ver las páginas de inflación, PIB y otras creadas con información pública.