Ver y analizar la marcha del actual proceso de descomposición política que vive hoy  la República Dominicana, así como la forma como se han venido comportando sus partidos políticos produce grandes preocupaciones en torno a nuestro futuro democrático.

Comprobar cada día el comportamiento abusivo y deshumanizado del PLD en el manejo de todos los poderes públicos de la República hoy en sus manos, –incluyendo a jueces y fiscales corruptos-, convierte las vestiduras de color púrpura de ese partido en verdaderos trapos sucios cuyos andrajos visten sin el menor escrúpulo muchos de los más altos dirigentes de su propio Comité Central.

Observar como se ha montado toda una red para el robo y el saqueo de los fondos públicos por diferentes vías y de diferentes maneras bajo la protección del líder de dicha red, convertido hoy según su creencia en el León más bravo de la selva, no hace otra cosa que ir disminuyendo cada día más la fe del pueblo, no solo en el PLD, sino en los demás partidos políticos del sistema.

La alianza política que a partir del año 1996 establecieron los discípulos delprofesor Juan Bosch con el Dr. Joaquín Balaguer, líder del Partido Reformista para llevar al poder al PLD, aprovechando la perdida de facultades de don Juan, no ha hecho otra cosa que ir convirtiendo al reformismo en una fuerza política que se mengua así misma, y cada vez más,  en cada proceso electoral, como resultado de la política puesta en marcha por la alta dirección del PLD para fagocitarse al Partido Reformista.

El Partido Revolucionario Dominicano -PRD-, la fuerza política fundada en la comunidad Del Cano en la Habana Cuba en el año 1939, por los exiliados que luchaban desde el extranjero para contribuir a derrocar la corrupta y criminal tiranía de Rafael Leónidas Trujillo Molina, desde su llegada al país el día 5 de julio del año 1961 fue cátedra política de honor en la lucha por las mejores reivindicaciones del pueblo dominicano.

Y así tenía que ser, pues el PRD estableció en sus documentos fundacionales el compromiso de que una vez que llegara al país trabajaría para convertirse –tal y como lo hizo – en la principal fuerza política de la Nación, para así servir de instrumento de lucha política que le permitiera a nuestro pueblo liberarse de la explotación, del dominio extranjero, del lastre del analfabetismo  y de los niveles de miseria y pobreza que arropaban y arropan al pueblo dominicano.

Pero es obvio que el PRD ha sufrido varios procesos de divisiones interna que lo fueron apartando de su primera visión y compromiso. Hoy, hay los que piensan que este partido camina ya hacia un proceso de empequeñecimiento que lo llevará a su colapso definitivo.

Pero pensar de esta manera es soslayar las enseñanzas del Dr. José Francisco Peña Gómez, quien con los años se convirtió en el gran líder y timonel de ese partido, ayudando con su trabajo y con su ejemplo a que muchos otros dirigentes de del PRD se convirtieran en líderes amados por el pueblo, líderes que aun son recordados con profundo cariño, admiración y respeto.

Es por ello, que frente a la pérdida de credibilidad de los partidos políticos en la República Dominicana, los hombres que nos formamos bajo la fragua de las enseñanzas del Dr. Peña Gómez estamos obligados a hacer un alto en el camino e iniciar un profundo proceso de reflexión.

¿Es que acaso nos vamos a dejar seguir dividiendo desde afuera por los que han querido robarse no solo el presente sino también el futuro del país? Por favor, no lo permitamos.

Es por eso, que desde lo más profundo de mi alma hago un llamado a todos los altos dirigentes del PRD, a los que están adentro como a los que están afuera, para que en un espíritu de reflexión sanadora nos atrevamos a vernos la cara y sentarnos a hablar, para producir así los acuerdos que fueren necesarios hacer para la reunificación de toda la familia perredeista,  única forma que tenemos para salvar la memoria histórica del Dr. José Francisco Peña Gómez, quien desde el lugar donde se encuentra no quiere yaver su partido dividido.

Si queremos sacar el PLD del Palacio Nacional y atajar el retorno de los más corruptos al poder en el año 2016, hay solo una alternativa: Atrevernos a reflexionar y a perdonar. Porque solo con un espíritu de perdón y compasión podremos convertir de nuevo al PRD en  la principal fuerza política del país, para que pueda así cumplir su misión histórica  que es la de hacer la verdadera revolución económica, política, moral y social por lo que tanto ha esperado el pueblo dominicano.

Miguel Vargas me ha confesado su deseo de que esta reconciliación se produzca. Es por ello, que hago un llamado a mi estimado amigo, el Ing. Hipólito Mejía, quien ya fue Presidente de la República,  así como a mi entrañable amigo el Lic. Luis Abinader, quien sin dudas se ha convertido en una estrella refulgente que va logrando un crecimiento ascendente en el liderazgo político nacional,  para que junto a ese grande de la política dominicana, como lo es quien fuera uno de mis maestros, el Lic. HatueyDecamps, se sienten en un franco y sincero esfuerzo unitario  que le permita a este pueblo volver a sentir un reverdecimiento  en la confianza  de que ustedes como líderespolíticos serán capaces de salvar el país.

Por favor, hagámoslo, y así le estaremos haciendo un tributo perfumado a las veneradas cenizas siempre amadas del Dr. José Francisco Peña Gómez.