El camino al éxito está lleno de obstáculos, se nos hace difícil creerlo, creemos que hay una forma de llegar fácil, sin despeinarnos, ni ensuciarnos y sin sufrir tanto, como otros que “conocemos”. Nada más falso, el camino al logro personal y disfrutar a las mieles de la realización está lleno de grandes desafíos.

No crean que me considero exitosa ni mucho menos, pero si emprendo hoy un camino de crecimiento que me ayuda a entender el transitar hacia el logro empresarial y personal. Hoy hablaremos de algunos de sus retos. Este no lleva ningún orden porque cada experiencia de crecimiento es muy personal y única.

Es difícil para quien quiera llegar a cierto nivel de realización, hacerlo si no cuenta con la fortaleza de aguantar “la piña” que conlleva. Como decía una amiga locutora, Yadhira Pimentel, hasta los que están arriba también se caen. Entonces, lo esencial aquí es tener aguante y hacer las cosas convencidos de que veremos el camino más claro al pasar de los meses y años. A veces no estamos preparados para enfrentar un proyecto y para crecer en otras dimensiones, entonces toca seguir trabajando como los caballos, sin voltear la cabeza. Sabiendo que nos falta superar más etapas.

El crecimiento no se da cuando los psicólogos y coaches quieran, es cuando estemos listos para vernos a nosotros mismos. Abrirnos a nuestros prejuicios cuesta y los pensamientos limitantes, hacen eso, limitarnos y hacernos sentir cómodos, como que nada pasa, sentimos que no hay nada que trabajar y es el primer problema para dar el salto al cambio.

Pero no todo es dolor, debemos acompañar el proceso de crecimiento de mucha compasión, paciencia y amor hacia nosotros mismos. Balancear las cosas que nos gustan y las que no nos gustan, hasta tomar esos hábitos a pesar de que sean tremendamente difíciles.

No estoy de acuerdo, con esos estilos de coaches y psicólogos de presionar a sus pacientes, insinuando el cambio se da solo bajo el dolor y el sacrificio. Es cierto que el crecimiento duele, pero también se disfruta. Podemos llegar al cambio, a través del amor y se puede llegar a ser un emprendedor, profesional, empleado y empresario exitoso, a través de un crecimiento interior superior.

Nuestro propio cuerpo e nuestra intuición nos dicen cuando es momento para destapar un nuevo problema que no esté impidiendo el paso por el camino del logro personal, pero hay que seguir en el camino, con determinación y constancia.

El dolor del esfuerzo sin recompensa es a veces lo más difícil, usualmente hacemos las cosas porque tenemos un premio o una ganancia, siempre será así; pero en este transitar, lo importante es seguir haciéndolo aunque moleste un poco.

Todos queremos estilos de vida y trabajo que nos funcionen y nos hagan sentir bien, que nos den bienestar, sin embargo, para llegar ahí como muchos expertos dicen, debemos crear una vida integral, que está basada en esa determinación y fortaleza necesaria para triunfar.

Por ejemplo, hay personas que son muy activas en su disciplina de trabajo o con su proyecto empresarial) sin embargo no son tan disciplinadas en su vida espiritual o en sus citas periódicas al médico. Pero si no tenemos ese equilibrio en algún momento vamos a explotar como chichiuas y vamos a desgastarnos. Y esos nos molesta, nos da pique ser buenos para algunas cosas y para otras no. Pero como dije el párrafo anterior, llegar ahí tomará tiempo. “Tanto da la gota en la piedra que le hace un hoyo” Pero no es la última gota que hace el hoyo, es la constancia de meses y años dando exactamente en el mismo lugar.

Anímate a descubrirte, lo que te falta tal vez no está en el plano profesional, los mayores retos se encuentran en nuestro interior, una vez derrumbas esos gigantes, se abren nuevos caminos para ti y para tu futuro, empresarial, personal, espiritual y todo lo demás.

Disfruta y crece,

Roxanna