Nueva York.-Un esclavo se levantó junto a un grupo y huyeron a las montañas. Sebastian Lemba era un problema serio para los esclavistas católicos españoles, hasta que lo agarraron, lo decapitaron y colgaron su cabeza a la entrada de la ciudad. Así lograron “mantener el orden” colonial. Quemar familias completas en la hoguera por herejes mantenía “el orden religioso”.
Los europeos medievales decapitaban a sus enemigos, la inquisición quemaba a los sospechosos de pensar diferente.
Hoy en Estados Unidos ejecuta prisioneros y Arabia Saudita decapita los suyos.
El “Estado Islámico” horroriza a occidente.
Porque el “ Estado Islámico ” decapita y quema en actos públicos mundiales, grabados y transmitidos por internet.
¡Qué horror!
Si el gobierno colonial tuviese cámaras e internet, no hubiese colgado la cabeza de Lenda en la entrada de la ciudad, filmaría la decapitación y distribuiría el video. Y la Santa Inquisición filmaría y distribuiría la quema de los herejes para aterrorizar disidentes.
Las decapitaciones y quemar personas vivas es despreciable, pero no es nuevo, lo hacen comúnmente entre los árabes.
El problema es que la existencia del “Estado Islámico” cambia el mapa de la región de una forma “mala”.
Recordemos, armado con una mentira, apoyado en un impresionante aparato de propaganda y terrorismo sicológico, George W. Bush invadió Irak para “cambiar el mapa” del Medio Oriente.
El “Estado Islámico” materializa el sueño de Bush, porque cambia el mapa del Medio Oriente. Aquí lo “malo” es que “ellos” están cambiando el mapa, lo “bueno” hubiese sido lo que Bush quería.
La propaganda del “Estado Islámico” con sus ejecuciones cumple su doble objetivo. Aterroriza a todo occidente, mientras atrae a jóvenes musulmanes radicalizados que sueñan con quemar y decapitar ciudadanos occidentales.
Lo realmente horroroso es que sabemos que esa técnica siempre es exitosa, la supremacía occidental lo demuestra.