El sistema económico capitalista ha pasado por varias fases desde su aparición. Todas ellas ligadas a grandes ruptura o irrupciones, de guerras y de pandemias. El sistema colonial hasta finales del siglo XVIII se sustentó en la esclavitud trasatlántica y en el llamado comercio triangular. Imperó desde finales del siglo XV, con la conquista de América y los grandes descubrimientos de África y el comercio con Asia. Los grandes protagonistas de esta fase del capitalismo fueron los descubridores y colonizadores portugueses y españoles, la naciente industria inglesa y francesa y los banqueros holandeses e italianos.
La economía de plantación imperante en la Cuenca de El Caribe, Brasil y el Sur de las Colonias Británicas de América del Norte, las Encomiendas en el resto de América, la minería extractiva en México y Perú dieron vida a esta fase hasta la gran ruptura de 1789 en Francia. La gran revolución se puede resumir, más que en el fin de la monarquía absoluta representada por la decapitación de Luis XVI y el surgimiento de la Primera República francesa, en un documento adoptado por la Asamblea Nacional Constituyente el 26 agosto de 1789: La Declaración Universal de los Derechos del Hombre y el Ciudadano. Ese fue el gran parteaguas del antiguo régimen y la república burguesa subsecuente.
Para la economía de plantación americana fue como la irrupción de un volcán que arrasó con todo. La consecuencia más directa fue la insurrección de los esclavos africanos en Saint-Domingue –la colonia más productiva del mundo-, exigiendo que la “Libertad, Igualdad y Fraternidad” también fuera extensiva a su condición de ser humano. La revuelta de los esclavos de Saint-Domingue en 1793, conllevó la primera abolición de la esclavitud desde la época antigua, seguida por la abolición decretada por la Convención Nacional en París en 1794. Finalmente, en 1807 la Gran Bretaña declara abolida la trata de esclavos lo que conllevó una serie de aboliciones sucesivas durante todo el siglo XIX hasta la abolición en Brasil en 1888.
El siglo XIX fue el del triunfo de la burguesía industrial y todo el andamiaje de repúblicas, regímenes parlamentarios, leyes, códigos, países independientes y surgimiento de la clase obrera industrial. Otro fenómeno importante que acompañó el desarrollo del capitalismo en Europa y América del Norte, fue el nuevo colonialismo, que implicó la colonización y repartición de África y Medio Oriente por las potencias europeas, la colonización de la India, el Sudeste de Asia y las Guerras del Opio contra China, verdaderos narco estados (Gran Bretaña, Francia y EEUU) imponiendo a los emperadores chinos la obligatoriedad de consumir opio.
La Gran Ruptura de esa fase sobrevino en el siglo XX. La I Guerra Mundial hizo añicos los equilibrios de los imperios del siglo XIX sobre más 30 millones de cadáveres. Sin embargo, el gran volcán de ese Largo Siglo XIX como lo llamó Eric Hobsbawn –que abarca desde la revolución francesa hasta la revolución rusa- lo fue precisamente la Revolución Rusa de 1917. A pesar que muchos imperios desaparecieron, como el Otomano, el Austro-Húngaro y el Español previamente, el gran terremoto histórico fue la irrupción de la revolución socialista rusa, el país más grande del mundo, tanto que abarca dos continente: Europa y Asia. A partir de 1918, la lucha a muerte fue entre los regímenes capitalistas debilitados, y las fuerzas que agrupó la Internacional Comunista.
Dos fenómenos importantes surgieron como intento de enfrentar las revoluciones en Europa, América, Asía y el resto del mundo. El fascismo devenido en nazismo en Alemania, y la socialdemocracia en ruptura con el ala marxista que protagonizó la revolución rusa, que pasó a formar los partidos comunistas y el movimiento anti colonial.
La confrontación del nazismo con el Estado soviético en la II Guerra Mundial y la derrota del primero, da lugar al surgimiento con fuerza de los regímenes socialdemócratas en Europa Occidental y el llamado Campo Socialista en Europa Oriental. La socialdemocracia comienza a construir el llamado Estado del Bienestar, el New Deal en Estados Unidos y Canadá y el movimiento de descolonización en África, India, Medio Oriente y el Sudeste de Asia. Pero el mayor acontecimiento de esta ruptura histórica, fue el triunfo de la revolución china y el establecimiento de la República Popular China en Octubre de 1949, seguida de la República Popular de Corea y la República Socialista de Vietnam, y sus consecuencias en Laos y Camboya.
Tras los “gloriosos 30”, periodo de expansión capitalista desde 1945 hasta 1975 basado en el Paradigma Keynesiano y las instituciones internacionales de Bretton Woods y las Naciones Unidas, se entra en una crisis de sociedad, económica y social, que se salda con lo que llamo el Triunfo del Neoliberalismo. Este abarca desde inicio de la década de 1980, con los gobiernos de Margaret Thatcher en Gran Bretaña y Ronald Reagan en EEUU. El período de 1980-2020, que podríamos llamar “los oscuros 40”, las conquistas de “los gloriosos 30” son desmontadas sistemáticamente en base a una idea de que “la mano del mercado lo resuelve todo”. Así se privatizó desde el agua hasta las pensiones, desde los transportes, la electricidad, hasta la industria pesada, y se creó el reino de las finanzas a nivel mundial.
La ruptura mayor se avisó en la crisis financiera de 2008 en adelante, pero se quebró el modelo con la irrupción de la pandemia de la COVID 19. El Foro Económico Mundial (WEF) propone un Gran Reseteo o reinicio del sistema. ¿En qué consiste esta propuesta en Davos, Suiza en mayo de 2020? Food for Thought.