Nunca, que yo sepa, el amoroso recuerdo de un esposo-amigo-compañero-padre de familia, el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, héroe nacional caído en heroica defensa de nuestra pisoteada soberanía, había sido tan hermosamente enaltecido como lo ha hecho Arlette Fernández desde aquel 19 de mayo de 1965, cuando cayó en combate contra el invasor. Y al enaltecer con toda su pasión ciudadana aquel inmenso ejemplo de dignidad y patriotismo, Arlette misma constituye un ejemplo de lealtad a los sueños más trascendentes de este pueblo, sueños por los que su esposo entregó la vida…(Como estoy seguro la entregaría ella misma).