Sucedió una mañana que una niñita muy simpática, que usaba una caperucita roja, iba a visitar a su abuelita, que estaba en su cabaña del bosque. Y la niña de la caperucita roja iba dando saltitos por el camino y cantando tra la la tra la la, cuando se le apareció el muy conocido lobo de la comarca y, con su voz meliflua y una sonrisa de oreja a oreja, le dijo: “¡Hola, mi niña!…¡Qué linda  te queda esa caperucita!… ¿ Hacia dónde vas tan alegre?”. Y ella, muy molesta, le contesto: “¡Tu si jodes, maldito lobo!”…(Creo que el cuento se me dañó, pero es mejor que el cuento de mal gusto que nos hicieron ayer).