Estimulado por el éxito de la convención presidencial de abril pasado, el PRM trabaja sin pausa en la selección de sus candidatos a senadores, alcaldes, regidores, directores de juntas de distritos municipales y sus vocales en todo el país. Se trata de un proceso, largo, complejo y políticamente delicado puesto que involucra a más de 3 mil precandidatos internos y la vertebración de alianzas y acuerdos con numerosas y disimiles fuerzas políticas.

El PRM está “tocando el piano con los diez dedos” (MaoTse Tung) porque trabaja en la organización de la competencia interna y, en paralelo, promueve el crecimiento de la candidatura presidencial de Luis Abinader, acompañándola de una firme y fundamentada critica a las fallas del Gobierno de Danilo Medina..

El empeño y la sensatez exhibidas por la dirección institucional del PRM y Luis Abinader han contribuido al fortalecimiento del campo opositor, cuyos integrantes se mueven ahora en un contexto social político en el que proponerse derrotar a Danilo Medina y su equipo no parece una utopía.

Crear la percepción de que Danilo puede ser derrotado es sumamente importante para atraer a los votantes menos ideologizados, que rechazan el actual estado de cosas pero que desinflados de esperanzas de victoria tienden a “sentarse” y no votar o a dejarse “convencer” por ofertas o dadivas menores de funcionarios.

La primera condición para el cambio político en una sociedad es la existencia de una fuerza política alternativa y un candidato creíble, con actitud opositora definida y armado de propuestas renovadoras.

De alguna manera, esas condiciones se han ido forjando al calor del debate, las luchas de los ciudadanos, el fortalecimiento organizacional del PRM, y los esfuerzos de Luis Abinader y personalidades como Guillermo Moreno, Minou Tavarez y Eduardo Estrella, entre otros.

En definitiva, Abinader y la oposición van en notable ascenso electoral, mientras Danilo y su equipo descienden. Esa es la tendencia innegable evidenciada por encuestas no publicadas y detectables en las reacciones aceleradas del propio Palacio.

Pero el ascenso del PRM es también institucional y organizativo, con estructuras y candidaturas ya establecidas en campos y ciudades de todo el país. Desde su fundación, el PRM ha celebrado sin falta cada martes la reunión de la Dirección Nacional Ejecutiva, en la que se ventila sin cortapisas y a profundidad los temas de política nacional y los asuntos internos del partido. Ese diálogo o debate político interno es la base principal de la unidad y nueva faz del PRM.