(Artículo invitado, tomado de “Ateismo para cristianos… Por un diálogo racional con el cristianismo moderno”)

Vamos a dejarlos con las interesantes palabras de este articulista y su blog, para conocer la posición personal de Einstein sobre dios y la religión.

Dice así, citamos:

<< Tanto Creyentes como Ateos aun afirman que Einstein perteneció a sus movimientos particulares. El contar con la mente más brillante de los últimos tiempos sería en particular para los Creyentes Cristianos una victoria moral y un gran apoyo de orden intelectual. En el presente artículo trataremos de aclarar la posición de Einstein con respecto a Dios y a las religiones.

Leamos ahora algunas afirmaciones y comentarios que el mismo Einstein hizo en numerosas relaciones con respecto a su posición religiosa:

– "Era, por supuesto, mentira lo que se lee sobre mis convicciones religiosas, una mentira que se está repitiendo sistemáticamente. No creo en un Dios personal y nunca he negado esto, sino que lo he expresado claramente, Si hay algo en mí que pueda llamarse religioso es la ilimitada admiración de la estructura del mundo en la medida en que la puede revelar nuestra ciencia". (Carta fechada en marzo de 1954, que fue incluida en el libro Albert Einstein: su lado humano, editado por Helen Dukas y Banesh Hoffman y publicada por Princeton University Press.

– En cierta ocasión, en una reunión, se le preguntó a Einstein si creía o no en un Dios a lo que respondió: «Creo en el Dios de Spinoza, que es idéntico al orden matemático del Universo».

– Una cita más larga de Einstein aparece en Science, Philosophy, and Religion, A Symposium (Simposio de ciencia, filosofía y religión), publicado por la Conferencia de Ciencia, Filosofía y Religión en su Relación con la Forma de Vida Democrática:

“Cuanto más imbuido esté un hombre en la ordenada regularidad de los eventos, más firme será su convicción de que no hay lugar para una causa de naturaleza distinta. Para ese hombre, ni las reglas humanas ni las "reglas divinas" existirán como causas independientes de los eventos naturales. De seguro, la ciencia nunca podrá refutar la doctrina de un Dios que interfiere en eventos naturales, porque esa doctrina puede siempre refugiarse en que el conocimiento científico no puede posar el pie en ese tema. Pero estoy convencido de que tal comportamiento de parte de las personas religiosas no solamente es inadecuado sino también fatal. Una doctrina que se mantiene no en la luz clara sino en la oscuridad, que ya ha causado un daño incalculable al progreso humano, necesariamente perderá su efecto en la humanidad. En su lucha por el bien ético, las personas religiosas deberían renunciar a la doctrina de la existencia de Dios, esto es, renunciar a la fuente del miedo y la esperanza, que en el pasado puso un gran poder en manos de los sacerdotes. En su labor, deben apoyarse en aquellas fuerzas que son capaces de cultivar el bien, la verdad y la belleza en la misma humanidad. Esto es de seguro, una tarea más difícil pero incomparablemente más meritoria y admirable.”

– "La palabra Dios no es para mi nada más que la expresión y el producto de debilidades humanas; la Biblia una colección de leyendas admirables, pero también largamente primitivas".

– "La principal fuente de los conflictos actuales entre las esferas de la religión y de la ciencia yace en el concepto de un Dios personal".

– "No puedo aceptar ningún concepto de Dios basado en el miedo a la muerte o en la fe ciega. No puedo demostrarle que no hay un Dios personal, ¿pero si hablara de él sería un mentiroso?"

– "Me parece que la idea de un Dios personal es un concepto antropológico que no puedo tomar en serio. Tampoco puedo imaginarme alguna voluntad o meta fuera de la esfera humana. Mis opiniones son cercanas a las de Spinoza: admiración por la belleza y creencia en la simplicidad lógica del orden y la armonía del universo, que sólo podemos aprehender con humildad y de manera imperfecta. Creo que tenemos que contentarnos con nuestro imperfecto conocimiento y comprensión y tratar los valores y las obligaciones morales como problemas puramente humanos, los más importantes de todos los problemas humanos".

– “No creo en la inmoralidad del individuo, y considero que la ética es de interés exclusivamente humano, sin ninguna autoridad sobrehumana sobre él"

¿Parecería que Einstein se contradijo a sí mismo? ¿Qué sus palabras pueden ser escogidas como cerezas para ser usadas en citas para apoyar ambos lados de un argumento?

No. Por "religión" Einstein quiso decir algo enteramente diferente de lo que convencionalmente significa.

Desde su muerte, los apologistas religiosos entendiblemente tratan de afirmar que Einstein es uno de los suyos. Algunos de sus contemporáneos religiosos lo vieron a él muy diferentemente. En 1940 Einstein escribió un famoso papel justificando su afirmación de que: "Yo no creo en un Dios personal" Ésta otras afirmaciones similares provocaron una tormenta de cartas de los ortodoxamente religiosos, muchas de ellas aludiendo a los orígenes judíos de Einstein:

El Obispo católico romano de Kansas City dijo:

"Es triste ver a un hombre que proviene de la raza del Viejo Testamento y a sus enseñanzas, negar la gran tradición de esa raza".

Otros clérigos católicos respondieron con firmeza: "No existe ningún otro Dios sino un Dios personal… Einstein no sabe de lo que está hablando. Él está totalmente equivocado. Algunos hombres piensan eso porque han logrado un alto grado de aprendizaje en algún campo; que ellos están calificados para expresar opiniones en todo".

Ambos; él y el obispo, pensaron que Einstein, al no tener entrenamiento teológico, había malentendido la naturaleza de Dios. Al contrario, Einstein entendía muy bien exactamente lo que él estaba negando.

Un abogado estadounidense católico romano, trabajando a favor de una coalición ecuménica, le escribió a Einstein:

Sentimos profundamente que usted hiciera su afirmación…en la cual ridiculiza la idea de un Dios personal. En los pasados diez años nada ha sido tan calculado como su afirmación, para hacer que la gente piense que Hitler tenía algo de razón para expulsar a los judíos de Alemania,. Concediéndole a usted el derecho a expresar libremente su pensamiento, yo todavía digo que su afirmación lo constituye a usted en una de las más grandes fuentes de discordia en los Estados Unidos de América.

Un rabino de Nueva York, dijo:

"Einstein es incuestionablemente un gran científico, pero sus puntos de vista religiosos son diametral mente opuestos al judaísmo".

El presidente de una sociedad histórica de Nueva Jersey escribió una carta que tan condenadamente expone la debilidad de la mente religiosa, que vale la pena leerla dos veces:

Nosotros respetamos su aprendizaje, Dr. Einstein; pero existe una cosa que usted parece no haber aprendido: que Dios es un espíritu y no puede ser encontrado a través del telescopio o del microscopio, no más que la emoción o el pensamiento humanos pueden ser hallados analizando el cerebro. Como saben todos, la religión está basa da en la Fe, no en el conocimiento. Cada persona pensante; quizás, es asaltada a veces por dudas religiosas. Mi propia fe ha divagado muchas veces.

Pero yo nunca le conté a nadie mis aberraciones espirituales por dos razones: (1) temí que pudiese; por mera sugestión, perturbar y dañar la vida y las esperanzas de algún compañero ser humano; (2) porque estoy de acuerdo con el escritor que dijo:

"Existe una sombra de maldad en cada uno que destruirá la fe de otro"…Yo tengo esperanzas, Dr. Einstein, de que usted haya sido erróneamente citado y que usted dirá algo más placentero a la vasta cantidad del pueblo estadounidense que se deleita en hacerle honores a usted.

Menos abyecta, pero más perturbadora fue la carta del Fundador De la Asociación del Tabernáculo del Calvario de Oklahoma:

Profesor Einstein, yo creo que cada cristiano en los Estados Unidos de América le responderá a usted. "Nosotros no vamos a renunciar a nuestra creencia en Dios y en su hijo Jesúscristo, sino que lo invitamos, si usted no cree en el Dios del pueblo de esta nación, a que regrese de donde vino". Yo he hecho todo lo que está en mi poder para ser una bendición para Israel, y entonces viene usted con una afirmación de su blasfema lengua, ha hacer más para herir la causa de su pueblo que todos los esfuerzos de los cristianos que aman a Israel puedan hacer para aplastar el antisemitismo en nuestra tierra. Profesor Einstein, cada cristiano en los Estados Unidos de América le replicará a usted inmediatamente:

“Tome su loca, falaz teoría de la evolución y regrese a Alemania de donde vino, deténgase en tratar de quebrar la fe de un pueblo que le dio a usted la bienvenida cuando fue forzado a escapar de su tierra nativa”

La única cosa que todos estos críticos teístas captaron correctamente, fue que Einstein no era uno de ellos. Los creyentes y religiosos de su época lo veían como un enemigo de sus doctrinas. Él se indignó repetidamente ante la sugerencia de que él era un teísta. Así que, ¿Era él un deísta como Voltaire o Diderot? ¿O un panteísta, como Spinoza, cuya filosofía él admiraba: "Yo creo en el Dios de Spinoza quien se revela a sí mismo en la ordenada armonía de lo que existe, no en un Dios que se preocupa él mismo con los destinos de los seres humanos"?

Existen todas las razones para pensar que los famosos einsteininismos como: "Dios es sutil pero no malicioso" ó "Él no juega dados" ó "¿Tuvo Dios otras opciones al crear el universo"? son panteístas, no deístas, y ciertamente no teístas. "Dios no juega dados" debe ser traducido como "El azar no yace en el meollo de todas las cosas". "¿Tuvo dios otras opciones al crear el Universo?" significa: "¿Pudo el universo haber comenzado de alguna otra manera?". Einstein estaba usado a "Dios" en un sentido puramente metafórico; puramente poético.

Existe otro hecho en la vida de Einstein que nos hace inclinar la balanza más hacia una descreencia que hacia una fe religiosa; el momento de su muerte. El 17 de abril de 1955, Albert Einstein experimentó una hemorragia interna causada por la ruptura de un aneurisma de la aorta abdominal, que anteriormente había sido reforzada quirúrgicamente por el Dr. Rudolph Nissen en 1948. Einstein rechazó la cirugía, diciendo: "Quiero irme cuando quiero. Es de mal gusto prolongar artificialmente la vida. He hecho mi parte, es hora de irse. Yo lo haré con elegancia." Murió en el Hospital de Princeton (Nueva Jersey) a primera hora del 18 de abril de 1955 a la edad de 76 años.

La afirmación “Quiero irme cuando quiero” es una afirmación de descreyentes no de una persona religiosa. Los creyentes cristianos esperan que Dios “les envíe la muerte” y que nosotros no somos quienes para decidir cuando morir (ésta es la principal objeción con respecto a la Eutanasia por parte de los Creyentes). Por lo tanto el deseo de Einstein de morir “Cuando el quisiera” está en contra de la creencia en Dios.

Conclusión:

Albert Einstein era “Panteísta”, para el Dios le despertaba sentimientos de admiración similares al que se siente al ver un árbol, al ver a un arco iris o a la naturaleza; los panteístas no creen en milagros o en la Biblia o en un Dios todopoderoso. Recordemos que Einstein dijo: “Creo en el Dios de Spinoza” Spinoza era Panteísta y no creyente. La frase de Einstein “Si hay algo en mí que pueda llamarse religioso es la ilimitada admiración de la estructura del mundo en la medida en que la puede revelar nuestra ciencia” es una frase sumamente Panteísta. La definición de los términos relacionados con el Panteísmo serán tratados dentro de muy poco.

Sin embargo G. S. Viereck afirma en su obra "Glimpses of the Great" que Einstein dijo: “No soy ateo, y no creo que pueda llamarme panteísta. Estamos en la posición de un niño que entra en una biblioteca llena con libros en muchos lenguajes diferentes. El niño sabe que en esos libros debe haber algo escrito, pero no sabe qué. Sospecha levemente que hay un orden misterioso en el ordenamiento de esos libros, pero no sabe cuál es. Me parece que esa debería ser la actitud de incluso los seres humanos más inteligentes hacia Dios. Vemos el universo maravillosamente ordenado y obedecemos ciertas leyes, pero sólo entendemos levemente estas leyes. Nuestras mentes limitadas captan la misteriosa fuerza que mueve las constelaciones. Estoy fascinado por el panteísmo de Spinoza, pero admiro más la contribución de él al pensamiento moderno, porque fue el primer filósofo que pensó en el alma y el cuerpo como una sola cosa y no como dos cosas separadas.”… a pesar de estas afirmaciones, la filosofía de creencias de Einstein estaban asociadas a un bien definido Panteísmo, aunque el mismo “No pueda llamarse Panteísta”

Amigo lector Cristiano, Albert Einstein no era creyente, era “Panteísta”

Amigo lector Ateo o Agnóstico: Einstein no se calificaba así mismo como Ateo. Pero afortunadamente y según sus propias palabras, Einstein no creía en un Dios todopoderoso, omnisciente, milagroso y mucho menos amoroso. Para Einstein Dios era sinónimo de la naturaleza, de la ciencia y del conocimiento; y eso lo hace casi uno de los nuestros. >> (Fin de la cita)

Hasta aquí la cita del artículo “Einstein, Dios y Religión. ¿Creía Einstein en Dios?”

Si desea leerlo completo lo encontrará en: Ateismoparacristianos.blogspot.com