La conocemos desde que, como asistente de su tío Juan, investigó a un funcionario palaciego por un sospechoso manejo de fondos, hasta estos días, en que todavía no ha bajado la guardia contra hechos similares o peores. Lo afirmo: Milagros Ortíz Bosch nunca le ha fallado al país ni a sí misma en todo su accionar público. Por eso celebro que estará en la Dirección de Ética e Integridad Gubernamental (que hasta ahora ha sido más inútil que la famosa carabina de Ambrosio). Es mucho lo que le espera, bajo una inmensa lupa social. No creo que le falle a Luis… (Esperamos que Luis no le falle a ella).