“Pero los dominicanos, que en tantas ocasiones han vertido gloriosamente su sangre, ¿lo habrán hecho para sellar la afrenta de que en sus sacrificios le otorguen sus dominadores la gracia de besarles la mano? ¡No más humillación! ¡No más vergüenza! Si los españoles tienen su monarquía española, y Francia la suya francesa; si hasta los haitianos han construido la República Haitiana, ¿por qué han de estar los dominicanos sometidos, ya a  Francia, ya a España, ya a los mismos haitianos, sin pensar construirse como los demás? ¡No, mil veces! ¡No más dominación! ¡Viva la República Dominicana!”.