Y, de repente, descubrieron a Juan Pablo Duarte, el fundador de la República. Y, de repente, descubrieron que el río Ozama arropa de basura el litoral oeste del mar Caribe, en el Distrito. ¡Recórcholis! Así somos: los más cherchosos del mundo.

Jamás se había escuchado hablar y escribir tanto del patricio (1813-1876).

Confieso que, cerca de  mis 58, desconocía la existencia de millones de duartianos en este territorio de 48,730 kilómetros cuadrados, dos tercios del este de la isla La Española, en la zona central de las Antillas. Al otro lado, Haití, del que los Duarte nos separaron de 1844, tras una ocupación de 22 años.

Han demolido al joven escultor Rigoberto Carrasco Agramonte. Todo por el busto. Hasta quienes se han meado en la cara del patricio –real o través de sus acciones non sancta– han sacado raseros morales.

Gritan: que la efigie no se parece a Duarte. Que guarda más parecido con la figura del mandatario y busca eternizarle. Que luce viejo y  demacrado. Que eso es un irrespeto. Que no tenía el cabello así, que el real es el del pelo en bucle (afrancesado). Que está feo. Que eso es un disparate… Parecía un can de farándula. http://eldia.com.do/ante-lluvia-de-criticas-escultor-se-defiende-y-dice-uso-la-unica-foto-que-existe-de-duarte-para-crear-busto-colocado-en-plaza-de-la-bandera/.

Mientras llevaban y traían como un baquiní a ese hombre digno de mejor suerte,  introdujeron la foto panorámica espectacular de un mar Caribe invisibilizado por una gruesa capa de toda suerte de desechos sólidos, desde la misma ría Ozama hasta el parque de Güibia (cerca de un kilómetro). Semejaba el tenebroso botadero de Duquesa. http://telesistema11.com.do/telenoticias/nacionales/video-comision-del-mopc-ha-recogido-mas-de-300-toneladas-de-basura-del-malecon.

La provincia había registrado en un día (10 de julio) 283.5 milímetros de lluvias, el 19 por ciento de la media anual para Santo Domingo (1,489 mm), según la Oficina de Meteorología.

El Gran Santo Domingo produce tanta basura como el primer mundo, ha informado el director ejecutivo de la Mancomunidad, Onofre Rojas. Ha argumentado que cada habitante de los 11 municipios, produce 0,97 kilogramos por día. La provincia representa solo el 4,6% del territorio nacional, pero registra una población de 3 millones 263 mil 053 habitantes (40% de la población nacional). El Distrito produce 1,800 toneladas por día y mil el municipio Santo Domingo Este, el más grande del país. 71% de las industrias no recicla la basura. https://www.diariolibre.com/noticias/ciudad/gran-santo-domingo-produce-basura-como-el-primer-mundo-EX4365978.

Los habitantes empobrecidos en los suburbios incrustados en las riberas de los ríos Isabela y Ozama los usan como vertedero. Se estima en 5 toneladas la cantidad de desechos sólidos que le tiran cada día. No solo ellos, sin embargo. 40 industrias hacen lo mismo, según el ambientalista y biólogo Luis Carvajal, profesor de la UASD.

OTRA COSA FUERA

Pocas escenas son tan cotidianas como el mar Caribe con un manto gigante de basura, frente al malecón del Distrito. Quienes han visitado los restaurantes y el parque de Güibia, ubicados en esa parte de la costa, lo han visto. O lo han sufrido. Ni siquiera hay que ser habitué ni esperar un día especial para verificarlo.

El indeseado espectáculo es más deprimente si se observa desde la arena del Club de Profesores de la UASD.

El río Ozama, aunque ya cansado por su afán de sobrevivir, se quita de encima un poco –solo un poco–  de la carga de basura pestilente que le echan por minuto, y la evacua en el mar. Y ese mar, agobiado también, usando sus brazos de olas, comienza a batirla desde temprano. Bate y bate. Hora tras hora. A pulso, la va agrupando, la revuelve. Sabe que no puede expulsarla a través de los filosos arrecifes de donde salen, por discretas cañerías, aguas sanitarias de negocios instalados arriba, en la hermosa avenida George Washington (Malecón).

Y entonces se da cuenta de que por la playita de Güibia no tendrá resistencia. Así, al caer la tarde, cuando ha subido su marea, se aprovecha y, como si fuera un ser humano, agolpa los desechos en el mismo patio del club, tal vez porque él no pega con desperdicios, y menos si están podridos. 

Allí, en ese patio donde hace ocho décadas, cada año, tortugas grandes llegan de lejos para anidar, se forman promontorios de lilas, plásticos, neveras y estufas viejas, bacinillas perforadas, troncos, ramas, pedazos de madera, ratones y perros putrefactos. Dura e interminable tarea para los conserjes del  club. Peor si al río le llueve arriba.

¿Dónde estuvo el notición, entonces, si eso hace muchos años que es “pan nuestro de cada día”?  ¿O no sabían de tragedia tan visible a causa de una larga deuda acumulada de una cultura de higiene cero y de autoridades que se excitan con parches de relumbrón en vez de soluciones de fondo?

Mientras se agitaba lo de los ríos y el mar putrefactos, el nombre de Duarte iba de boca en boca. La radio, la televisión,  los impresos, las redes… A todo vapor. Era la tendencia. Y yo pensando:

¿Se sabe usted el himno nacional y se detiene en señal de respeto cuando lo interpretan? 

¿No sigue usted de largo, como si nada, cuando suben o bajan la bandera dominicana?

¿No tira basura a las calles ni a las carreteras cuando conduce su carro o jeepeta de lujo?

¿Respeta las señales de tránsito?

¿No sube el volumen del radio en la casa, por respeto al vecino?

¿Es usted solidario y no se dedica a asesinar la reputación de las personas que no son de su agrado?

¿Cumple con su trabajo sin que lo vigilen?

¿No engaña al otro?

¿Se preocupa usted por quienes nada tienen?

¿Es usted una persona transparente?

¿No roba?

¿No manda a robar ni compra lo robado?

¿Está seguro de que sus muchos bienes y sus cuentas bancarias son el resultado del trabajo honesto?

Faltan muchas preguntas, pero solo si usted contesta bien las que ha leído aquí, y obtiene una calificación de 100; si actúa siempre conforme la ley, tiene derecho y moral para pasarse las horas enarbolando el nombre del principal de los tres padres de la Patria, porque se parecería un poco a su espíritu de sacrificio, con busto o sin busto. Si no, sepa que usted encaja a la perfección en la categoría de hipócrita, farsante y oportunista.