Cuando en el futuro profundo de la Patria de Duarte (si es que tiene futuro profundo) se lea en los libros que el año de su bicentenario abrió con un chisme farandulero-judicial de primeras planas entre una tal Martha Heredia, que por abusador sometió a la justicia  al marido, un tal Vakeró, y que éste  llegaría nada menos que al Tribunal Constitucional, procurando que en la cárcel no le cortaran sus inmundas trenzas, la gente, muerta de risa, no lo va a creer…(Pero así fue en esta cómica República de hojalata del que el mismo Duarte estaría arrepentido).