Estudios acerca del desarrollo de la educación indican que la calidad de un sistema educativo depende en gran medida de los docentes, y que sin reforma de su formación no habrá reforma educativa. Por tanto, los docentes están siempre en el epicentro del sistema, cuyo desarrollo es un tema en permanente construcción y perfeccionamiento.
El rector de UNIBE, Julio Castaños Guzmán, declaró: “el sistema educativo nacional se ha ido alimentando con profesionales mediocres provenientes de las universidades…de 24 escuelas de educación, apenas dos o tres cumplen los estándares de calidad requeridos para formar maestros” (El Día 9/09/13, p.12).
Asimismo, los MALOS resultados provenientes de evaluaciones nacionales e internacionales de los aprendizajes obtenidos por los estudiantes repercuten en el tema magisterial, llevando a que se responsabilice de ellos directamente a los docentes y se pongan en cuestionamientos los curricula para su formación profesional.
Pero independientemente de cómo se defina el curriculum, este encuentra sentido y razón de ser a través de un modelo curricular, que apunta a determinadas finalidades en la formación de los egresados. Desde esta perspectiva el curriculum puede ser considerado como la planeación que declara explícitamente los fines, los resultados de aprendizaje y los componentes didácticos necesarios para alcanzarlos.
Gimeno Sacristán se refiere a estos elementos así: "Relacionar el currículum escolar, los profesores y los alumnos, supone uno de los cruces temáticos más interesantes en el pensamiento educativo, no sólo porque pone en contacto tres componentes básicos del mismo, sino porque toca muy directamente la práctica educativa, siendo esencial considerar esta interacción para entenderla y poder cambiarla. El currículum es la partitura de la cultura escolar en contenidos y formas pedagógicas, y los profesores y los alumnos son los intérpretes que la desarrollan manifestando su estilo personal".
Aun reconociendo el papel fundamental del docente en el logro de los aprendizajes, más allá de responsabilizarlo o eximirlo, cabe someter a discusión qué se ha hecho, no sólo en materia de formación, sino también por la dignificación de la carrera; y buscar salidas para poner en práctica sistemas de formación más eficaces.
La titular del MESCyT, Ligia Amada Melo, ha dicho que se discute una nueva normativa de formación de profesores. Y plantea que “para el nivel básico…los docentes serán licenciados en Educación, con alguna mención. Pero en secundaria…se aspira a que sean especialistas en las áreas o licenciados…con orientación en educación ´al revés a como era´ ", reporta diariolibre.com el 14/10/2013. ¿El aspecto crucial de la formación, será el énfasis pedagógico del modelo actual?
La literatura especializada identifica dos modelos de formación docente. Uno, simultáneo, consiste en estudiar una carrera donde los conocimientos disciplinarios, EL QUÉ, y los conocimientos pedagógicos, EL CÓMO, se imparten paralelamente. Este ha sido el modelo utilizado en el país. El otro, consecutivo, implica que la formación pedagógica se recibe después de la licenciatura en conocimientos disciplinarios: matemática, lengua, historia, etc.; luego, en un programa intensivo entre 1 y 2 años, se adquieren los conocimientos pedagógicos. Este modelo es más común en la formación de docentes para la enseñanza media. En muchos países coexisten ambos modelos.
El estudio internacional Los docentes son importantes1 establece, que si bien cada modelo tiene fortalezas y debilidades, el consenso es que los países ganan al ofertar los dos modelos, y ambos deben ser opciones en un sistema flexible de formación magisterial. Y sostiene que no existe evidencia científica que afirme que los docentes de un modelo sean necesariamente mejores que los del otro.
Por tanto, la calidad de la formación no pasa porque el modelo sea consecutivo o simultáneo, sino por el valor agregado que es capaz de proporcionar a los futuros docentes.
Tampoco es posible afirmar, dice, que los egresados del modelo simultáneo sean más deficientes en lo disciplinario, porque no recibieron en la licenciatura todo lo que se debe impartir. Los buenos programas podrán detectar, para luego suplir los puntos débiles disciplinarios; o no aceptar a los alumnos que en un plazo de 1 o 2 años, no sean capaces de alcanzar el conocimiento necesario.
Por último, muchas de las aprensiones contra éstos vienen de prejuicios o de malas experiencias personales, al no existir evidencia de si son mejores los docentes de uno u otro modelo. La responsabilidad de un profesional de baja calidad se debe a la formación impartida y no a la naturaleza del modelo.
http://www.waece.org/enciclopedia/2/Los%20docentes%20son%20importantes.pdf