Nueva York.-Muchos dominicanos no saben imponerse límites ni ser leales.  Entienden que pueden hacer lo que les de la gana, dónde les de la gana cuándo les de la gana y absolutamente nadie puede impedirles ejercer sus derechos ilimitados.  Muchos de los muertos durante los años de las drogas, los mataron por irrespetar la territorialidad, o por deslealtad.

Así actúan muchos politicos dominicanos aquí en Nueva York.

El congresista Adriano Espaillat demostró ser el politico dominicano con más talento y manejo de los medios y mecanismos del sistema politico estadounidense, ese crédito es innegable.

Ahora, Adriano irrespetó la territorialidad de la política neoyorquina.

Harlem es la capital negra estadounidense, para los negros Americanos y del Mundo, Harlem es tierra sagrada, como  Jerusalem, Meca y Medina. Los descendientes de los esclavos que construyeron la economía estadounidense, tienen a Harlem como algo autenticamente suyo.

Durante 40 años el venerable Charlie Rangel, un veterano de Guerra que marchó con Martin Luther King por los Derechos Civiles, fue el congresista de Harlem. Por primera vez Harlem no tendrá un asiento en el Caucus de Legisladores Negros del Congreso en Washington.

Adriano, un inmigrante dominicano, le quitó la representación política de Harlem a los afrocamericanos. En Washington solicitó ingreso al Caucus Negro y lo rechazaron. Adriano representando a Harlem es como un judío representando a Meca y Medina, o un musulmán representando a Jerusalem.

Otros políticos dominicanos exhiben una olímpica deslealtad. La senadora estatal Marisol Alcántara, ocupa el escaño que tenía Adriano, y el senador José Peralta, de Queens, se unirán al “Independent Democratic Council” en Albany. Esa es una entelequia derechista con mucha plata para literalmente “comprar” legisladores demócratas garantizando que los republicanos controlen el Senado; electos como demócratas votando con los republicanos.

Aquí históricamente, todas esas cosas siempre tiene serias consecuencias.