Cansado de tanto trabajar en apenas 7 días, Dios quiso crear un animal de carga de patas vigorosas, cuerpo enhiesto, pescuezo alargado, crin sedosa, cola graciosa, cabeza triangular, dientes poderosos, ojos grandes y el don servicial que por siempre debía de caracterizarlo. Cansado, pues, decidió encargar el diseño a una Comisión Especial que en vez del caballo lo que diseñó fue el camello. Para enmendar el grave yerro, Dios creó una segunda Comisión, que lo que diseñó fue el dromedario. (Fue cuando Dios, muy molesto, decidió enviar al infierno a todos los comisionados que desde entonces han trabajado en sus predios).