Hoy, celebramos el día de los trabajadores. Es una fecha de alta significación en el mundo y que nuestro país recuerda con alegría y esperanza. El 1° de Mayo de 2017 presenta nuevos desafíos para la clase trabajadora y para los dirigentes de esta sociedad, si queremos que los trabajadores avancen hacia una dignificación mayor y participen de una educación de calidad y estable.
Con cierta frecuencia escuchamos la expresión “al dominicano no le gusta trabajar”. Pero esta aseveración queda descartada cuando observamos cada mañana, desde horas tempranas, la cantidad de personas que se desplaza de un lugar a otro para trabajar, para buscar trabajo, para defender su derecho al trabajo y para dialogar con otros que puedan ayudarlas a encontrar trabajo. Formamos parte de un pueblo trabajador y de un grupo humano que ansía trabajo para todos.
Desde esta perspectiva visualizamos cuatro desafíos que son cruciales en la República Dominicana. Estos desafíos están vinculados a:
a) Educación de los trabajadores dominicanos. Este desafío implica la posibilidad de que los trabajadores puedan acceder a una educación de calidad y sistemática que les permita desarrollar sus capacidades, y adquirir el saber propio del campo del conocimiento o del oficio en el que se desenvuelven. Todavía es frecuente encontrar trabajadores que no saben leer ni escribir su nombre. A esta realidad hay que darle un giro de 360 grados, pues no es justo que los trabajadores tengan una formación tan deficiente. La educación de los trabajadores tiene que estar permeada por la calidad de los saberes y la calidad de lo que hacen. Por ello, las políticas gubernamentales, empresariales y domésticas deben estar orientadas a la humanización de los trabajadores; y uno de los factores fundamentales para alcanzar esa meta es la educación.
Los programas actuales que desarrollan INFOTEP con la diversidad de cursos técnicos que ofrece; el Ministerio de Trabajo con su Programa de Apoyo al Sistema Nacional de Empleo (PASNE) y el Ministerio de Educación en los Programas de Educación de personas adultas, son necesarios y de gran importancia; pero la cobertura debe ampliarse para que el porcentaje de beneficiarios sea cada vez mayor. La focalización de la educación de los trabajadores es urgente por la incidencia que tiene esta dimensión en el desarrollo de las personas, de las familias, de la economía dominicana y de las empresas de nuestro contexto.
b) Empoderamiento de los trabajadores en materia de derechos y responsabilidades sociolaborales. Este desafío nos tiene que ayudar a salir de la lista de países que irrespetan los derechos de las personas y de los trabajadores. Nos tiene que ayudar a superar situaciones como las que están pasando los cañeros y empleados del poder municipal que luchan por deudas inconcebibles. Por esto, es necesario formar a los trabajadores para que conozcan, se apropien y pongan en ejecución las leyes y reglamentos laborales que respaldan su trabajo; y que lo comprometen con el bien público y privado. La formación en legislación laboral garantizará que el trabajador responda con efectividad a los requerimientos de su trabajo y de la ley que lo regula. Asimismo, lo enfocará en alcanzar un desempeño justo y coherente. Los trabajadores que tienen una apropiación adecuada de los marcos legales de su trabajo desarrollan, al mismo tiempo, un sentido ético elevado y un compromiso social sostenido. El derecho al trabajo, a la salud, a la seguridad social y laboral, a la libertad sindical, al descanso, a un salario decente, son muchos de los aspectos que deben ser profundizados y comprendidos por los trabajadores.
Al empoderarse en derechos y responsabilidades laborales, se fortalece el sentido ético de los trabajadores; además, se potencia el desarrollo personal e institucional de los espacios en los que realizan sus labores. De igual manera han de procurarse procesos formativos en leyes laborales que fortalezcan la humanización y la capacidad de intervención de los trabajadores en la solución de los problemas de la institución en la que trabajan y en la comunidad en la que están insertos.
c) Organización sindical consistente y actualizada. El 2017 ha recibido la fiesta de los trabajadores con una dispersión de estos, que no se corresponde con las necesidades que tienen y con la vulnerabilidad de sus derechos hoy día. Se requiere una formación y organización sindical que fortalezca la conciencia crítica, la corresponsabilidad y la eficiencia de los trabajadores dominicanos. Por ello, abogamos por una formación sindical consistente por la pertinencia de su contenido; por la democratización de su estructura organizativa; por su permanente articulación con las necesidades y problemáticas de la sociedad dominicana; y por su apertura a las innovaciones y cambios que emergen de la misma clase trabajadora, de los avances tecnológicos y de las investigaciones propias del ámbito laboral.
Asimismo, se requiere una organización sindical más actualizada para dar respuestas a situaciones nuevas en su contexto de trabajo. La dispersión de los trabajadores y la desactualización de su organización no contribuyen en nada al desarrollo del país, ni del pensamiento y práctica de su membresía. Este desafío requiere mayor cohesión y búsqueda de propósitos comunes. Con frecuencia se reflejan intereses opuestos en organizaciones sindicales dominicanas. Estas parece que apuestan por su autodestrucción.
Hay que ponerle un ALERTA a todo aquello que atente contra la unidad, la confraternidad y la equidad entre los trabajadores que pertenecen a una misma organización. Tenemos que fortalecer la organización sindical del trabajador y poner los medios que tengamos a nuestro alcance para que estas organizaciones repiensen el sentido de su asociación sindical; para que revisen sus concepciones y, sobre todo, para que clarifiquen cuál es el proyecto de país y laboral al que se apuntan.
d) El cuidado de los trabajadores es tarea de todos. En varios países del mundo las cifras de accidentes de trabajos son altas. En el nuestro, los accidentes de trabajo suceden con frecuencia; y, a pesar de las disposiciones para que se arbitren los medios necesarios para protegerlos, todavía tenemos que avanzar en este nivel. En el plano de los accidentes de trabajo, parecería que se necesita una mayor colaboración de los medios de comunicación para que se conozcan con mayor amplitud los accidentes de trabajo, con la finalidad de procurar el cumplimiento de las leyes y el cuidado de las personas. Los trabajadores necesitan formarse con criterios claros, de tal manera que ellos sean los primeros en no comprometer su vida ni la de su familia, al arriesgarse asumiendo trabajos que no toman en consideración las disposiciones mínimas de seguridad, de higiene, de salud, de formación, de respeto a su privacidad y a sus derechos ciudadanos, etc.
El cuidado de los trabajadores requiere su reconocimiento como personas, como actores de los espacios laborales en los que participan. Por esto, es un cuidado que va muy unido al reconocimiento de que el trabajador es un ser humano y nada ni nadie puede provocar su deshumanización. Llegar a este punto atenta contra la sociedad, contra cada trabajador y contra la organización a la que pertenece. Desde nuestros espacios propios, colaboremos con el cuidado y respeto de los trabajadores. Ellos merecen esto y más, por los afanes de cada día y por la necesidad que tienen de apoyo para comprender y adaptarse crítica y creativamente a los cambios acelerados del mundo laboral y de la sociedad en general.
El 1° de Mayo de 2017 nos compromete a vencer la indiferencia ante la causa de los trabajadores. Nos moviliza a ofrecerles vías nuevas para que conecten con los cambios del Siglo XXI; y, sobre todo, nos anima a desearles muchas felicidades y una experiencia laboral colmada de los encantos laborales de este siglo: flexibilidad, investigación, tecnología, innovación y efectividad. Además, los invitamos a que revistan esos encantos de solidaridad, de marcos éticos, de equidad y de trabajo en equipo cotidiano.