Es evidente que la cúpula del PLD pretende continuar en el poder valiéndose de cualquier medio, incluyendo el abuso a la clara.
Y digo la cúpula, porque ni a Leonel ni a Danilo pareció inmutarle las violaciones y atropellos cometidos durante el proceso de selección de los jueces de la Suprema Corte de Justicia, ni tampoco el hecho de que se designara como presidente de esa alta corte a un connotado dirigente político.
Antes al contrario, Danilo Medina, en persona, fue el director de aquel teatro.
Recientemente, el presidente del Senado y Secretario General del PLD, Reinaldo Pared Pérez, le puso la tapa al pomo al pedir, voz en cuello, a la Cámara de diputados que abriera una “investigación” contra los jueces del Tribunal Superior Electoral.
Pero eso fue el miércoles 10 último, después que durante el fin de semana (6 y 7 de abril) el gobierno dispusiera el retiro súbito de la escolta del presidente del citado tribunal y, además, lo convocara intempestivamente al despacho del Procurador General de la Republica para darle un sermón intimidatorio. Estos hechos, acompañados de decenas de llamadas intimidatorias de agentes del poder sumieron al doctor Román Jáquez, a su familia y a sus colegas en un ambiente de temor e incertidumbres.
Pero hay más, ahora, en estos mismos días, senadores del PLD – danilistas – están presionando a la JCE para que mediante reglamento viole la ley de régimen electoral (ley 15-19), con el propósito de que se permita elegir a los senadores con los mismos votos de los diputados de cada provincia [voto de arrastre]; es decir, que en lugar de que cada votante sufrague por el senador y el diputado de su preferencia de manera separada, un voto para cada caso, como lo establece la ley 15-19 .en su artículo 92 literal 5, los senadores morados quieren que continúe el arrastre, y que con los votos de los diputados se elija también a un senador que generalmente los votantes ni lo ven ni lo conocen.
La presión sobre la JCE desde el Gobierno y el Congreso es tan fuerte que aparentemente los miembros de la Junta están buscándole un bajadero favorable a Danilo y Reinaldo, aunque para eso tengan que violar la ley electoral. Tremendo conflicto se busca la Junta, porque no habrá manera de que los demás partidos políticos, incluyendo el PRM acepten ese adefesio, esa ilegalidad.
El ímpetu autoritario que exhiben los jefes del PLD es consecuencia de la manera en que han acumulado tanto poder político y económico. Lo han hecho mediante violación sistemática e impune de las leyes.
Sin embargo, ya la vigencia y “disfrute” de ese enorme poder es incompatible con un régimen de derecho, basado en jueces y fiscales independientes y extraordinaria expansión de los medios y las redes de comunicación. Por eso las frecuentes tensiones y conflictos entre la ley y los Reinaldo Pared.
Y a nivel interno partidario (PLD) la enajenación es tan grave que ninguno de los dos equipos – Leonel- Danilo – confía en una tercera opción de su propio partido. La idea de alternancia de cualquier signo los estremece.
La extensión en el tiempo de ese régimen de cosas crea distorsiones y resentimientos que terminan, generalmente, en violencia e inestabilidad. Esa ha sido una amarga y reciente experiencia en América Latina.
Se espera, consecuentemente, que frente a esa determinación continuista y autoritaria de Danilo y toda la cúpula del PLD, el PRM y la oposición en general muestre superior voluntad unitaria y resuelta disposición a enfrentar, donde sea y como sea, a esos vientos dictatoriales.