Mañana celebramos el día de los padres, pero creo que esta celebración tiene que tener adjetivo: Día de los Padres Responsables. En esta cultura que les da permiso a los hombres para sólo ser padres, creo que es importante celebrar a los padres responsables, que hay muchos, siempre los ha habido y los habrá. Doy testimonio de haber tenido como padre a un hombre responsable, honorable y ético que nos entregó a mis hermanas y a mí su mejor versión en el vínculo como padre.
Hoy las demandas de la sociedad y por ende de las familias y las parejas han requerido la diversificación del modelo de paternidad. Ser padre hoy sigue teniendo las mismas responsabilidades, pero el formato, sobre todo para los más jóvenes, es un padre cercano, divertido e intimo que comparte la vida y tránsitos de sus hijos e hijas con la intensidad que requiere la sociedad de hoy. Insisto en que es necesario que sigan siendo responsables pues las necesidades básicas, que en los niños, niñas y adolescentes se convierten en derechos, se suplen con dinero y presencia. Comida, educación, vestido, vivienda, salud y afecto implican estar cerca, pagar y disfrutar.
Hay una clasificación que sólo se le ha dejado a las mujeres en esta cultura y que muchas veces resulta una etiqueta desagradable que genera sentimientos de lástima. Se usa en tiempos de campaña política donde se victimiza a la mujer sin ofrecer luego soluciones concretas a las dificultades reales de lo que significa ser madre y estar a cargo. Se trata de la etiqueta "madre soltera". Les confieso que en mi caso muchas veces me desagrada, preferiría "mujer soltera con hijos”, pues así hace referencia a los muchos otros roles que tenemos las mujeres.
Lo que me confirma que este epíteto tiene un significado “especial” en las mujeres en esta cultura es que no se les dice a los hombres cuando están solos a cargo de sus hijos e hijas. El término "padre soltero" sencillamente no existe.
Propongo que para igualar las condiciones y desmitificarlo en el caso de las mujeres, comencemos a utilizar este término referido a los hombres. Pienso que poner la paternidad como rol central en el caso de ellos, sí tendría el efecto de naturalizarla y reconocer la necesidad que tienen los niños y las niñas tanto de mamá como de papá.
Talvez con el tiempo los padres acompañen a sus hijos e hijas en las clínicas y hospitales cuando estén enfermos, vivan una fiebre la noche completa, amanezcan ayudándoles con un proyecto o les escuchen en sus problemas íntimos. Sé que hay muchos padres responsables que así lo hacen y a esos quiero felicitarles, sólo que no son suficientes comparados con la cantidad de niños y niñas dominicanos que mañana no tendrán a papá cerca para abrazarle y significar con este abrazo la bendición de existir en sus vidas.