“Un Municipio de Madrid estudia su potencial fotovoltaico”.

En días pasados leíamos y compartíamos este titular,  en primera persona, junto con otros más; hoy nos viene a bien desarrollarlo un poco.

En el municipio de Miraflores de la Sierra (49 km al norte de Madrid), situado en una de las zonas más bellas de la región central de España,  han decidido dar un paso al frente y romper con la tendencia malsana de colocar a las energías renovables (EE.RR.) en el ámbito de lo utópico, de lo no rentable, de lo naif, o lo que es lo mismo decir,  de lo ingenuo y no realizable.

Todo esto no sólo no es así, las EE.RR. sí son realizables, de maneras potencialmente rentables, susceptibles de poder ser planificadas y proyectadas dentro del contexto de la trama urbana y/o los organismos arquitectónicos, que es aún mejor. De eso se trata lo que han comenzado a plantear, en dicho municipio, investigadores del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), en coordinación con el ayuntamiento local.

Se trata de un informe desarrollado que permite a los vecinos deMiraflores de la Sierra conocer el potencial fotovoltaico de sus edificios. Como parte del proyecto de investigación, y del informe en cuestión, se ha desarrollado una aplicación informática en la que es posible visualizar las posibilidades de aprovechamiento solar de las cubiertas de los edificios del pueblo (ver: http://ciemat.maps.arcgis.com/apps/webappviewer/index.html?id=75bd823d86a84e38a280dd1ca44d76e8).

¡Claro que es posible!

En más de una ocasión, incluso es probable que por este mismo medio, planteábamos la posibilidad de aprovechar el espacio físico de las cubiertas de las edificaciones, para producir energía fotovoltaica en un país como la República Dominicana.

La República Dominicana, es uno de esos lugares en los que todavía se plantea y se lleva a la realidad, la instalación de plantas de generación eléctrica a carbón, cosa que no criticamos per sepero que sí nos llama a reflexión.

Evidentemente plantear que todas las cubiertas de la media isla se conviertan en generadores de energía, y que aún más,  las fachadas y cualquier superficie susceptible de ser optimizada (incluidos los parques, plazas, sus equipamientos y mobiliario urbano) lo sea, está más próximo del análisis teórico, del que muchas veces hemos sido autores, que de la realidad.

Lo que sucede es que cuando un gobierno amigo de Dominicana plantea la posibilidad, como ya ha sucedido,  de colaborar a tenor del párrafo anterior, nos llenamos de esperanza. Y ya no digamos esperanza, el hecho es que casi salimos dando saltos de alegría cuando un grupo de la Politécnica (UPM), nuestra otra Alma máter, lleva a cabo un proyecto -junto con el CIEMAT y el Ayuntamiento de Miraflores- tan realizable como el que mencionamos.

El camino se hace andando y cosas como estas nos hacen pensar que, por lo menos, en algunos lugares vamos bien; aunque siempre, siempre, será bueno preguntarnos si realmente vamos bien…¿Voy bien Camilo?…