No todas las revoluciones son sangrientas. Casi siempre lo son las que logran cambiar un régimen político, pero hay otras que catapultan a la humanidad sin cobrarse vidas (p. ej. las revoluciones industriales). De ahí que sea deseable elucubrar como revolucionar nuestro país en menos de una generación, sin derramar sangre y con solo medidas que no requerirían grandes capitales de inversión, pero si coraje y pactos políticos. Porque las ideas tienen consecuencias y nuestros partidos políticos necesitan visiones alternativas para enriquecer sus programas de gobierno, se presenta a continuación un conjunto de medidas que revolucionarían nuestra economía y sociedad.
Transformación en la Educación Superior. Si algo ha tenido de bueno la pandemia ha sido que, forzosamente, ha catapultado los métodos educativos hacia la virtualidad de la educación en línea. Los obstáculos por vencer –conectividad, falta de equipos electrónicos para usuarios, suministro de energía constante, habilitación de los docentes, etc.—requerirán de mucha inversión y tiempo. Pero a nivel universitario se podría conseguir un progreso más rápido y efectivo, siempre que los intereses institucionales muden la piel en reconocimiento de los ahorros y conveniencias de la educación en línea. El Acuerdo de Movilidad Estudiantil que existe entre las cinco más prestigiosas universidades país podría servir ese propósito. Se requeriría que ellas, contraviniendo los hábitos de la presencialidad, se decidan a diseñar o adoptar cursos estandarizados sobre una serie de materias relevantes que se puedan ofrecer al estudiantado de todas, ya sea que tengan un diseño conjunto o que sean importados de universidades extranjeras. Sus docentes ya rompieron el hielo con la educación en línea en este último año.
Triangulación Escandinava. Los países nórdicos (Islandia, Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia) no solo tienen los mejores sistemas de seguridad social, sino que tambien las economías más estables y competitivas de Europa. Para beneficiarnos por osmosis de su modelo, a nuestro país le conviene desarrollar estrechos lazos de amistad y cooperación con ellos con medidas que tiendan a construir una relación especial. Entre las necesarias estarían la exoneración de todo tipo de impuesto por 30 años a los turistas, líneas aéreas e inversionistas de esos cinco países. Tambien podríamos pagarles a los turoperadores US$20 por cada escandinavo que manden al país y descontarle el 10% de la cuenta del hotel a los jóvenes nórdicos que visiten durante el verano. Nuestra Cancillería debe desarrollar una ofensiva, junto al Ministerio de Economía, para desarrollar los lazos de cooperación, comenzando por una visita oficial de nuestro presidente a cada país y la invitación oficial a sus respectivas realezas para que visiten nuestro país.
Compra de Activos Eléctricos Estatales por los Fondos de Pensiones. Estos fondos ya sobrepasan los US$11,225 millones, pero el grueso está entrampado en préstamos de las AFP al Estado (y más particularmente al Ministerio de Hacienda y al Banco Central). Actualmente no generan una satisfactoria tasa de retorno real y tampoco garantizan pensiones dignas a los cotizantes, amén de que permiten onerosos privilegios para un reducido número de ellos. Una solución efectiva seria traspasar la propiedad de algunos importantes y potencialmente rentables activos estatales –como serían las distribuidoras de electricidad, líneas de transmisión, proyectos de viviendas y el Banreservas. El administrador del fideicomiso creado para esos fines debe incluir un par de bancos de inversión suizos y/o japoneses por un periodo inicial de 20 años, además de integrar trabajadores calificados que impidan la dilapidación de los fondos. En la idea de que los trabajadores sean propietarios de medios de producción rentables hay mucho mérito, sin que lleguemos a tener una dictadura del proletariado.
Modelo Educativo Finlandés. Para salir del hoyo educativo en que estamos sumidos, figurando entre los peores países en las pruebas PISA, no basta con abrazar la educación en línea y mejorar la calidad de los docentes. En la reforma de la experiencia curricular está la clave y adoptar el modelo finlandés está a nuestro alcance, especialmente si conseguimos que esa nación nos ayude en la transformación curricular. Además de abolir las escuelas privadas a fin de elevar la calidad de las públicas, Finlandia ha adoptado “el método conocido como ‘aprendizaje de fenómenos’, mediante el cual las materias tradicionales son desplazadas por proyectos temáticos en los que los alumnos se apropian del proceso de aprendizaje. Parte de las reformas vienen impuestas por la adaptación a la era digital, en la que los niños ya no dependen de los libros para aprender. Pero tampoco de las aulas, al menos no como las conocemos ahora.”
Cambio Climático y Descarbonización. El país renunciaría a los combustibles fósiles para generar energía, requiriendo que todo nuevo proyecto sea solo de las renovables. Se establecería como meta el 2040 para que toda la generación provenga de fuentes renovables. (Ya Escocia alcanzó esa meta en el 2020, Costa Rica pronto lo logrará y España se lo ha propuesto.) Los proyectos eólicos y solares deberán contar con baterías gigantes que les permitan almacenar la energía. Se favorecerán, asimismo, los proyectos de “hidrogeno verde”. Este se obtiene por un proceso de electrolisis que separa el hidrogeno del oxígeno en el agua. Si la electricidad que se use para la electrolisis proviene de fuentes renovables, entonces no se producirá CO2. Deseable también es que nuestras autoridades examinen la opción de la conversión de energía térmica del océano (OTEC).
Cambio de la Moneda. Para librarnos de la inestabilidad macroeconómica y de perversas maniobras fiscales debemos defenestrar nuestro peso y reemplazarlo, como moneda de curso legal, por el dólar estadounidense y/o el euro. Las transacciones de las principales fuentes de divisas –remesas, turismo y exportaciones—se facilitarían enormemente. (El cambio de moneda es preferible a que el Banco Central instaure un sistema de criptomoneda –como lo están haciendo China, Singapur, Suecia– para agilizar las transacciones.) Pero las ventajas de hacer el cambio no se limitan a prescindir de los 2,500 empleados del Banco Central y de los lujosos sueldos y pensiones de sus funcionarios. Lo principal es que la medida mantendría la inflación alineada con la inflación internacional y bajarían las tasas de interés a los niveles prevalecientes en los países ricos. Esto último tendría una benéfica repercusión en los niveles de inversión privada y facilitaría el aumento de nuestras exportaciones. Al disminuirse el riesgo-país tambien se lograría mayor inversión extranjera.
Voto Electrónico. Los fraudes electorales pueden volverse entuertos del pasado si aplicamos seriamente las tecnologías de la información y comunicación a los procesos electorales. Con los dispositivos de identificación por reconocimiento facial, dactilar y de voz es posible ya que la gente vote mediante sus teléfonos inteligentes, desde su casa o acudiendo a centros de votación donde las maquinas registren el voto después de haber comprobado la identidad del votante. El modelo por adoptar es el de Estonia donde el “i-voting” se ha entronizado con excelentes resultados, permitiendo votar tambien a los ciudadanos que viven fuera del país. (Otros países usan el voto electrónico de manera parcial, mientras la CEPAL promueve el “gobierno abierto”.) El consecuente fortalecimiento de la democracia se daría mediante el uso frecuente del referéndum y un rediseño de la misión del Congreso, haciendo de su obligación fiscalizadora el epicentro de sus funciones y reservando la discusión de sus proyectos de ley por medios virtuales.
Turismo Multilateral en Haiti. Reconociendo que el desarrollo turístico de Haiti nos beneficiaria y que eso solo se lograría con ayuda externa, nuestro país debe elevar a la categoría de objetivo nacional de desarrollo el logro del desarrollo turístico en Haiti. Para vencer los temores de los inversores privados, la RD debe encabezar con Cuba y Jamaica un proyecto mediante el cual las tres potencias turísticas del Caribe insular, hagan posible el desarrollo de tres hoteles “todo incluido” de mil habitaciones cada uno. (La gerencia de los hoteles se adjudicaría a cadenas hoteleras con presencia caribeña y se permitiría el pago de los paquetes con bitcoin.) Dos se ubicarían en las playas de la costa norte y utilizarían el ampliado Aeropuerto de Cabo Haitiano, mientras el otro se construiría en las cercanías de Jacmel, donde el aeropuerto ya puede acomodar aviones grandes. Los tres países asumirían el repago de un préstamo del BID para financiar el proyecto, mientras Canadá, EE. UU. y Francia se comprometerían a suplir los turistas mediante incentivos especiales.
Desalinización. Aunque el país todavía no tiene una gran crisis de agua, a medida que vayamos persiguiendo la meta de los diez millones de turistas pondremos una creciente presión sobre nuestros acuíferos. Para no malograr su potencial debemos abocarnos a adoptar la desalinización como la opción complementaria mas factible. Los costos de la desalinización han estado cayendo a medida que se desarrollan nuevas tecnologías, como es el caso del 40% de mayor efectividad que se puede ahora obtener con el método de la osmosis reversa y el prometedor uso del grafeno. Los equipos para la desalinización solar son cada vez más sofisticados y baratos y la salmuera ahora puede procesarse para producir no solo sal sino tambien útiles materiales químicos. Una cooperación israelí en la materia seria de rigor.