La  esencia  de la condición humana,  a lo largo  de su  existencia,  de su evolución  es la misma. En el reino animal, la ley es el de más fuerte. En nuestro largo recurrir, la convivencia es el núcleo vital  de  esa prolongación cada vez más numerosa; y ello ha sido posible, porque hemos  creado mecanismos de control social, para  evitar lo más posible el desenfreno  irrefrenable,  de  la misma esencia  humana. La ley  de la justicia ha  sido desde entonces, el umbral  de inflexión, para evitar que el humano  destruya  al otro humano.

Hoy, 25  de Diciembre, quiero  expresarte el deseo  de que  tenga una navidad alegre, para tomar energía  renovadora  que nos hagan más solidario y  que la nobleza que nos  caracteriza como pueblo,  retumbe hasta  lo alto  de la cima  de la  trascendencia.  Esta nos conducirá al ámbito de buscarnos en nuestro interior, para entender que lo vital  es cuando nos  damos  a nosotros mismos  a  través  de los  demás. Nada cobra más  sentido cuando  ayudamos  a otros  a  ser más personas. Por   eso, irradiemos la  alegría  de la navidad, para  juntos  construir una sociedad más  decente y  eso solo  es posible con el grito   del canto  de ¡Feliz Navidad!. ¡Ajustemos las  velas, propiciemos  los cambios y busquemos  de donde salen las  estrellas!.

¡Proyectemos en  estas navidades, lo mejor que  tenemos y  sentimos por  dentro , para  expandirlo en nuestros mejores conciertos  de vivencias colectivas  que conjuguen el epicentro  de una mejor colectividad y  de un mejor bienestar y  calidad  de vida para el pueblo dominicano
!. Que la medida de cada uno  de nosotros,  sea justamente, el ritmo de un cuerpo en verdadera  armonía, que construya la paz consigo mismo y con los  demás. Permitámonos , a partir de  estas navidades ,  de  ser seres  generadores  de confianza y de compromiso cierto con la  esperanza  renovada, con el optimismo  de que un mejor país  es posible. ¡Feliz Navidad!.