Para que se tenga una idea del impacto de la más reciente estupidez de Trump, sépase que desde Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán no podrán viajar a los Estados Unidos: familiares árabes de ciudadanos norteamericanos; tripulantes de naves aéreas o marítimas; comerciantes, industriales, banqueros, académicos, artistas, científicos…¡y mucho menos periodistas! Ah, pero para completar su obsesión con los musulmanes (todos potenciales terroristas), el orate de la Casa Blanca debería sumar Malasia, Arabia Saudita, Egipto…hasta completar, en fin, 1,700 millones de personas; es decir, la cuarta parte de la población mundial.