Prefiero ser un pesimista inteligente, en busca de la verdad, en lozanía con el equilibrio y la prudencia y no con un optimismo destemplado, manipulador, constructor de verdades a medias y ausencias de verdades, donde las mentiras afloran en aras de un proyecto particular. Un discurso donde los apologistas pretenden en medio de su proyecto de dominación, hegemonizar “su visión de país” como la única visión y en consecuencia, la no aceptación de los argumentos contrarios. Con sus discursos reduccionistas y maniqueístas. Dicen son mezquinos aquellos que no están de acuerdo, propio de las mentes autoritarias y excluyentes.
El Artículo 114 “Rendición de cuentas del Presidente de la República. Es responsabilidad del Presidente de la República rendir cuentas anualmente, ante el Congreso Nacional, de la administración, administración presupuestaria, financiera y de gestión ocurrida en el año anterior, según lo establece el Artículo 128, numeral 2, literal f… rendir cuenta de su administración del año anterior.
Entonces, ¿quien habló, el Presidente o el candidato? ¿Violó la Constitución? Obviamente, que sí. Si fue el Presidente habló de sus cuatro años. ¿Se evalúa una gestión por lo que dijo el Presidente, por lo que hizo o por lo que se comprometió a través de su Programa de Gobierno, del discurso de toma de posesión y a la luz de la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo?
Lo primero es que todo Presidente en sus discursos es terriblemente optimista y generaliza y magnifica sus realizaciones; es natural. ¿Con qué contrastó, finalmente, los 4 años de Danilo Medina? Con su Programa. Si es con el programa y no con el efecto de halo que ellos realizan para generalizar los logros de la educación, como si ello fuera el conjunto de todas las necesidades de la sociedad.
Mirando el Programa de Gobierno, realmente ha sido pobre; veamos lo que dice en la introducción “La economía dominicana ha sido la de mayor dinamismo en América Latina, desde el 1970, con una tasa de crecimiento promedio de 5%, anual. Sin embargo, en la actualidad, hay señales claras de agotamiento que alertan, sobre la necesidad de impulsar transformaciones en el modelo económico, tales como: a) Crecimiento sin suficiente generación de empleos dignos; b) Nivel limitado de eslabonamiento intersectorial; c) bajo valor agregado; d) limitada cultura de calidad, competitividad y desarrollo e innovación; e) inconsistencia entre el nivel de crecimiento económico y el desarrollo humano y f) grandes desigualdades sociales y de género, que limitan el desarrollo humano”.
Ese panorama que presentó el entonces candidato Danilo Medina, 4 años después de su ejecutoria como Gobierno, ¿no es el mismo?, ¿en qué ha variado? Cuasi en nada. Nos quieren vender como que ha sido el Gobierno con mejor desempeño económico en un cuatrienio a lo largo de la historia dominicana. Es falso. En todo caso, terminará con un promedio de 5 a 5.5%. Más de un Gobierno de Joaquín Balaguer y del mismo presidente Fernández, fueron más loables en el desempeño y más transformadores, tanto en el aparato productivo como en la creación de modelo económico.
En estos 42 meses del gobierno de Danilo Medina en el Eje III “Sostenibilidad Ambiental para el desarrollo y adaptación frente al cambio climático”, los resultados no pueden ser peores. Abarca, entre otros: Ordenamiento del territorio y gestión de riesgos; Gestión sostenible de los recursos naturales; Consolidación del Sistema Nacional de Áreas protegidas; Plan Estratégico para el desarrollo del ecoturismo; Estrategia de desarrollo forestal.
El Eje 4 de su promesa, que es con lo que podemos contrastar para evaluar entre lo planificado y ejecutado, podemos objetivizar que los resultados son enteramente pírricos. Este Gobierno se “achicharró”. Ese Eje se denomina “Una Institucionalidad pública participativa para el bienestar social”. Veamos los elementos que contiene:
- Fortalecimiento de la institucionalidad para la vida en democracia;
- Mejor gestión pública para servir con calidad y calidez a la sociedad.
- Poder local y descentralización para la efectividad en el desarrollo;
- “Tolerancia Cero” a la corrupción, con enfoque participativo y estricto cumplimiento de la Ley. Mejorar sistema penitenciario. Combatir la corrupción cumpliendo estrictamente la Ley.
- Derechos Humanos;
- País seguro, población protegida: Más y mejor Defensa Nacional. Seguridad Fronteriza. Sistema Nacional de Inteligencia. Más y mejor seguridad ciudadana, convivencia pacífica y combate frontal.
¿Qué nos dice el mismo Índice que alude el presidente Medina Sánchez en su discurso del sábado 27 de febrero, acerca del Foro Económico Global? Que obtuvimos un Ranking de 95/140, pero no dice que hubo 4 países menos en la evaluación con respecto al año anterior y no habla del Pilar Institucional donde sacamos:
- Manipulación de Fondos Públicos (134/140);
- Favoritismo en las decisiones de puestos gubernamentales (126/140);
- Malgasto del Fondo Público (116/140);
- Confianza en servicios policiales (137/140);
- Crimen organizado (112/140);
- Independencia del Poder Judicial (105/140);
- Comportamiento ético de las firmas (130/140);
- Confianza del Público en los políticos (125/140).
Nos encontramos con una desviación negativa entre el promedio del ranking (95) y el Pilar Institucional de 28 puntos. El Capital Institucional en R. D. no ha mejorado a lo largo de estos 3 años y 6 meses. ¿Qué abarca el Capital Institucional? Aborda la Efectividad Gubernamental, la Calidad Regulatoria del Estado, el Imperio de la Ley y el Control de la Corrupción. Los Pilares de competitividad en sus tres componentes: BASICOS (Instituciones, Infraestructuras, Macroeconomía, Salud-Educación); MEJORA DE EFICIENCIA (Mercado, Tecnología, Negocios); INNOVACION. De 9 componentes, solo hemos mejorado en Infraestructuras, mantenimiento de la estabilidad macroeconómica y la inversión en el 4% a la educación.
Lo Político-Institucional es grave. Existe una marcada degradación, involución institucional. El Imperio de la Ley se caracteriza por una inobservancia que parece que nos quieren llevar a la barbarie; pues una efectiva institucionalidad, consagra la legitimidad y permea una adecuada gobernanza democrática. Su ausencia reflota la alteración social, generando un deterioro de la regulación y del control social. Por ello, el presidente Medina no habló nada de institucionalidad, de corrupción. No tiene nada que exponer, que exhibir, favorablemente. Veamos una muestra del conjunto de incumplimientos:
- Declaración Patrimonial ( Ley 311. 14);
- Código de Pautas Éticas;
- Protocolo por la Transparencia y la Institucionalidad firmado con Participación Ciudadana;
- Creación de la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental, mediante Decreto 486-12;
- Decreto 299-12, de Austeridad;
- Ley 105-13, de Salarios;
- Ley 147-12, Ley Orgánica de Administración Pública;
- Ley 41-08. Ley de Función Pública;
- 167-07, de Recapitalización al Banco Central;
- Ley 42-08, de Competencia;
- Decreto 12 – 57, de Pro-Competencia, que viola la referida Ley 42-08.
- La Constitución en sus artículos 140 – 142; 143 – 145, 146, relativos a la Administración Pública y a la corrupción;
- La Ley 1 -12 de Estrategia Nacional de Desarrollo. En la práctica para este Gobierno, no existe. Esa Ley debería ser la guía- pauta de todo Gobierno hasta el 2030. Sirve de termómetro para medir la efectividad de un gobierno, en el marco de ese periodo. Es el norte para trazar políticas públicas.
Prometió en 4 años, 100,000 viviendas mínimas. Si inauguran antes de agosto en La Barquita, habrá construido en ese periodo no más de 35, 000. Lo mismo que iba a llevar a 50/100,000 muertes por mortalidad materna y murieron 186 en el 2015; así como llevaría a 16/1000 niños muertos, por mortalidad infantil. Murieron 30/1000.
En su Programa de Gobierno, el entonces candidato Medina Sánchez esbozaba “Nuestra sociedad muestra las consecuencias de la exclusión social y el debilitamiento de las familias y de los valores que nos organizan y caracterizan como pueblo, al mismo tiempo que la violencia familiar, social e institucional va ocupando el espacio que corresponde a relaciones solidarias familiares y comunitarias”. La Tasa de Victimización ha crecido. La percepción de los dominicanos y dominicanas, según todas las encuestas y estudios, establecen que la violencia y la delincuencia, constituyen el problema principal en estos momentos para los habitantes de la sociedad dominicana. La Cohesión Social y el Capital Social, lejos de mejorar, de aumentar han disminuido en el tejido social dominicano. El grado de confianza, de colaboración, de reciprocidad, integración, cooperación, de comportamiento cívico y por lo tanto de expectativas y actitudes positivas, lejos de mejorar, de aumentar, ha disminuido en el tejido social dominicano. Es un auténtico escozor lo que estamos viendo.
Sacar 950,000 dominicanos de la pobreza (prometió sacar 1,500,000), de que la Clase Media aumentó de 20% a 28.9% y de que hay 940,000 que están aprendiendo a leer; solo me recuerda al inefable Joao Cerqueira Da Santana Filho. El hombre maquillador de cifras y mentiras ya conocido en el mundo entero y que estaba aquí desde el 2011, con su empresa Polis Caribe. 940,000 aprendiendo a leer constituyen un 13.4% de la población, ya que se considera analfabetos la población de 15 años en adelante. Cuando se montó el Programa de Alfabetización, este mismo Gobierno estableció en un 9% el analfabetismo, al comienzo. ¡Que le parece 42 meses después!
El Banco Central en su Encuesta Económica-Financiera señaló que el 81% de los dominicanos ganan menos de RD$19,449.00 pesos. Aunque la sociedad haya creado 400,000 empleos; la Fuerza Laboral que ingresa al Mercado de Trabajo anualmente es de 112,000 y no hablamos de los empleos que se pierden. De allí que el desempleo ampliado se encuentra en 14% según el propio órgano financiero. El Salario Real ha disminuido en un 25%, en los últimos años.
Somos, conjuntamente con Costa Rica, los dos países con mayor desigualdad social según el último estudio de la CEPAL “Desigualdad, concentración del Ingreso y Tributación sobre las altas rentas en América Latina”. Además, el país con menor movilidad social ascendente porque crecimiento económico no implica más desarrollo humano y mejor bienestar para toda la sociedad, dado que el gobierno en su política de distribución de la riqueza no ha sido todo lo consecuente que amerita el cuerpo social dominicano.
Como vemos, prefiero seguir siendo pesimista, si el optimismo que encierra es el elaborado por el Presidente. Me aferro al presidente estadista, líder, Nelson Mandela, quien nos decía “No hay pasión alguna en conformarse y hacer el mínimo esfuerzo, ni en aceptar una vida que no esté a la altura de lo que cada cual es capaz de vivir”.