Aunque usted sea un mediano admirador o seguidor del papa Francisco, no permita jamás que le llamen “PAPANATAS”.

Aunque ciertamente este vocablo es el más adecuado, el que define a la perfección  las características imprescindibles que debe poseer  un creyente cualquiera para ser un fiel seguidor o simple admirador de un papa.

Aquí, en Dominicana, para insultar (cosa que odio a muerte) solemos decir  fulano es un  “ñame “,  lo que en Europa le llaman “papa”. Todos conocemos su significado.

Sin embargo, cualquiera pensaría que  el vocablo “papa” tiene alguna relación etimológica con la palabra  “papanatas” ,  o con su producto:  el “papanatismo”. Pero no, de ninguna manera.

Sin embargo,  también podría decirse que sí, que ciertamente guardan una estrecha relación , pero no etimológica, sino de  tipo socio-ideológico , o más bien existencial , entrañable , pues no hubiese existido ningún papa si no hubiesen existido papanatas como usted y, desde luego,  el papanatismo como actitud propia de los ñames.

Y es que,  el personaje que llamamos “papa” ( no el ñame ) solo puede ser asimilado y acreditado por aquellos portadores de  perfiles sicológicos sesgados que han de encajar a la perfección en lo que el diccionario de la Real Academia Española define como “papanatas” y , desde luego , con el llamado “papanatismo”  .

Ahora bien  ¿pudiera ser que un Papa fuese un verdadero  papanatas?

Y no me refiero al  papa  Benedicto, quien,  después de renunciar  al trono de Roma se muestra arrepentido, viendo que este papa FranCirco no está aportando nada nuevo a la Iglesia , que solo es un show y que él pudo quedarse para hacer el mismo Circo huero y vacío de promesas renovadoras incumplidas,  incluyendo reabrir  el caso de los curas pederastas prófugos del Albergue de Higüey aquí en Dominicana, donde nos burló con Wesolowski.

Pero retornando a  la pregunta, podemos contestar que, más que papanatas , los papas son seres muy  pero muy despabilados , y, como tales, dedicados precisamente a incentivar  la  “cultura de los papanatas” y el papanatismo entre los pueblos evangelizados, la cultura que ellos odian y rechazan para el Clero Mayor:  Curia Vaticana , Obispos y Cardenales y otros seres avispados sin los que la Iglesia moriría.

Pero en fin , si usted es un seguidor o simple admirador del papa ( cura, diácono, religioso , monja,  o simple laico creyente que ha de llamarse católico romano ),  mejor es que busque en el diccionario,  a ver si le cuadran los conceptos emitidos en este enjundioso estudio que hemos  realizado sobre la personalidad que distingue y realza  a los seguidores de un papa cualquiera.

Sea trate  del  papa Borja ( el  degenerado) , del papa  Pio XII ( el papa de Hitler), de  Juan Pablo II ( el de Pinochet y santo encubridor de Marcial Masiel el pederasta ),  de  FranCirco ( el del  nuevo Circo),  o del ñame de Benedicto, o de cualquier otro escaso,  que -por no ser malo- lo han llamado Papa Bueno.

Pero, si  todavía usted no está de acuerdo conmigo e insiste en admirar a alguno de estos  papas por temor al Cardenal LP, a la excomunión o al infierno( como le temen muchos historiadores criollos) ponga una querella motivada en la secretaria de la Academia de la Lengua Española,  para que dejen de llamarle Ñame.

 NOTA 1:

 PAPANATAS: (De papar y nata).1. com. coloq. Persona simple y crédula o demasiado cándida y fácil de engañar. Real Academia Española © Todos los derechos reservados

PAPANATISMO: (De papanatas).1. m. Actitud que consiste en admirar algo o a alguien de manera excesiva, simple y poco crítica.

(Real Academia Española © Todos los derechos reservados)

Nota 2:

Eduardo Galeano – Octubre 12 (El descubrimiento).

<< En 1492, los nativos descubrieron que eran indios,
descubrieron que vivían en América,
descubrieron que estaban desnudos,
descubrieron que existía el pecado,
descubrieron que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo y a un dios de otro cielo,
y que ese dios había inventado la culpa y el vestido
y había mandado que fuera quemado vivo quien adorara al sol y a la luna y a la tierra y a la lluvia que la moja.>>