Nueva York.-La comunidad LGBT tuvo un resonante triunfo político cuando la Suprema Corte de Justicia aprobó el matrimonio gay. Eso, sin embargo, resulta infinitesimalmente microscópico e irrelevante y absolutamente intrascendente, comparado con miles de años de prejuicios, rechazo, odio e intolerancia contra la comunidad LGBT.
La masacre de Orlando, con 49 asesinatos, lo demostró pero la violencia anti-gay es mucho más vieja y mucho más grande que eso. Según el FBI, en el 2013 se cometieron 1,402 crímenes clasificados como “anti-gays”.
Hay 2.200 millones de cristianos y1.600 millones de musulmanes; 3,800 millones de personas, más de la mitad de la población mundial, para quienes la homofobia es un mandato divino.
La comunidad LGBT debe entender que lucha contra 5.000 años de prejuicios plantados en el inconsciente colectivo de la humanidad.
Los prejuicios contra LGBT empiezan en el Génesis, la historia de Sodoma y Gomorra, es más bien un chisme, no cuenta nada específico, todo es sugerencias e inferencias. De ahí salió la palabra “sodomía”. El escritor gay Oscar Wilde, usa esa técnica en “El Retrato de Dorian Grey”; abundan rumores e insinuaciones contra la reputación de Dorian, pero la narración no muestra nada.
Hay más de 200 propuestas en 34 legislaturas estatales contra la comunidad LGBT. En varios estados el sexo anal todavía es ilegal.
Los LGBT deben invertir capital político en la lucha por el control armamentista mientras luchan contra los prejuicios milenarios que enfrentan.
Tuvimos unos 200 años de esclavitud, y hoy, más de 100 años después de la emancipación, los negros no disfrutan de igual trato que los blancos.
Revertir 5,000 años prejuicios religiosos contra LGBT tomará muchísimo tiempo. Será una tarea ardua, tortuosa, por momentos parecerá imposible, como ascender una pendiente jabonosa. Debe emprenderse sin demora, con paciencia, cautela y discreción.
Todos debemos contribuir.