Después del pasado 19 de abril –cuando concluyó la reunión del Comité Político del PLD, donde, una vez aplastado Leonel Fernández como dirigente máximo de dicho partido, se decidió impulsar la modificación a la Constitución para que Danilo Medina pudiera re postularse a la Presidencia de la República– las clases, grupos y sectores que controlan el poder político y económico han estado tratando de lograr recomponer el ajedrez político-electoral para trazar la ruta a seguir y dejar claro el camino a garantizar sus intereses y la continuidad del actual modelo neoliberal.
Desde ese momento hasta hoy, el marketing político de la derecha y sus sectores mediáticos han estado concentrados en cuestionar y oponerse a la reelección, contra la impunidad y el control absoluto del gobierno.
Pero en ese cálculo político- mediático no valoraron que entre iguales era necesario medir los pasos a dar y la forma de concebirlos.
Es así que, el PLD, controlado por el grupo de Danilo Medina, liderado directamente por el gobernante, asume toda una estrategia que conduzca a lograr sus objetivos y metas: Que se modifique la Constitución y por vía de consecuencias impulsar la repostulación presidencial. Danilo Medina quiere ser el candidato que las mismas cúpulas políticas, económicas y sociales, incluyendo los partidos que se oponen a la reelección, han vendido como el invencible para las elecciones del 2016.
Increíblemente, todavía hoy, esos mismos partidos y sectores, dicen que Danilo no ha hablado, ni planteado su posición respecto a la modificación de la Constitución y su decisión de ser candidato. Esos grupos no comprendieron a José Martí, cuando dijo: “En política, existen cosas que se ven y otras que no se ven, y a veces, las que no se ven son más importantes que las que se ven”. Carlos Marx: “Cada paso de movimiento real vale más que una docena de programas”.
Los hechos han comprobado que Danilo Medina trazó la estrategia, no solo de eliminar del escenario electoral a Leonel Fernández, sino, dar los pasos necesarios y suficientes en el ajedrez político, que le permitieran conseguir los votos para modificar la Constitución y así dejar abierto el camino hacia su re postulación ¿Alguien todavía juega a la ingenuidad y lo duda?.
Esta estrategia, le ha permitido a Danilo reorganizar una oferta electoral que tiene como paso hábil haberle quitado el PRD de Miguel Vargas al grupo del PRM y a la Convergencia. Pero al mismo tiempo, Danilo ha logrado quitarse un peso negativo, la gente de FNP y la familia Castillo, que demostraron que no eran aliados del PLD, sino, de Leonel Fernández y su anillo que el pasado controlaban al PLD.
Guillermo Morano…no ha sabido capitalizar la percepción ventajosa que le habían estado dando varias encuestas, aunque, desde mi punto de vista es una percepción manipulada por grupos de intereses.
Convencido Danilo Medina que la política que han practicado los que han gobernado en estos casi 60 años se han traducido en un mercado, donde se vende y se compra todo, el escenario está creado. A menos de un año de las votaciones tiene el tiempo suficiente para reorientar su estrategia, presentarse como invencible y reafirmar la continuidad del modelo que explota y excluye a la mayoría de la población dominciana, el neoliberalismo.
Escenario del PRM-Convergencia
El 26 de abril el PRM eligió como candidato a Luis Abinader, quien barrió a Hipólito Mejía. Este candidato y el proyecto que representa es más de lo mismo y no ha mostrado ni tiene una propuesta política, económica, social y cultural diferente al PLD y a sus socios.
Lo único que tratan atacar, por lo menos hasta el momento, es la forma en cómo Danilo Medina va logrando modificar la Constitución para ser de nuevo candidato presidencial.
Sus consignas han estado dirigidas contra la reelección, contra la reforma a la Constitución, contra el continuismo del PLD, contra la falta de palabra de Danilo Medina. Un poco menos reiteran las denuncias contra la impunidad y contra la corrupción.
En esa estrategia, han tratado de sembrar en el imaginario político y social del país que lo único importante es sacar al PLD del poder, no importa lo demás y lo que haya que hacer.
Y para eso, están llamando a todos los sectores a integrarse y apoyar al candidato del PRM y probablemente de la Convergencia. Lo programático (contenido político) hasta el momento, ha brillado por su ausencia.
Nadie que aspire y luche por un cambio político verdader debe dejarse confundir, Luis Abinader representa la misma propuesta neoliberal que hoy destruye los intereses de los trabajadores, campesinos y demás sectores explotados y excluidos.
Alianza Pais-Guillermo y demás sectores opuestos al modelo neoliberal
A pesar de que en mi libro, En busca de una opción política alternativa al Neoliberalismo, puesto a circular recientemente, expuse lo que entiendo sobre la coyuntura y el proceso del 2016, me había propuesto no escribir sobre este tema hasta después del 26 de julio, fecha que había apartado para fijar posición pública, el desarrollo de los acontecimientos me obligan a emitir y compartir algunas ideas y sugerencias.
Hay dos polos definidos que representan los mismos intereses y el mismo proyecto sobre el cual se está conduciendo a esta sociedad. Uno encabeza el PLD y otro que encabeza el PRM. No son alternativas a lo establecido ni mucho menos la expresión de los intereses de los trabajadores, campesinos, y demás sectores explotados, excluidos y discriminados por su condición social y de género.
Ambos (grupo PLD y grupo PRM) están comprometidos con impulsar el modelo neoliberal. De Danilo Medina ya se sabe cómo piensa y cómo actúa. Su Gobierno no ha tocado los intereses de los grupos oligárquicos ni ha asumido políticas en beneficio de la clase trabajadora (Por ejemplo, ha impulsado una reforma del Código de Trabajo para negar derechos a los trabajadores y eliminar conquistas). En el caso de Luis Abinader, sería importante preguntarle qué piensa sobre el modelo económico actual y cómo transformarlo, qué piensa sobre el sistema de la seguridad social y el sistema de salud, sobre la corrupción de ahora y la pasada (de todos los gobiernos), la política de privatización de las empresas del Estado, el endeudamiento público de todos los gobiernos y en qué consiste la soberanía de la República Dominicana.
Sobre Alianza País, de Guillermo Moreno, no me cabe la menor duda que será reconocido por la Junta Central Electoral (JCE) en la fecha que le favorezca a los grupos y sectores de poder que controlan el país. El mismo destino corría MPT (Movimiento Patria Para Todos). El presidente de la JCE ha confirmado que ambas entidades serían reconocidas entre septiembre y diciembre.
La dirección política de Alianza País no ha sabido sacar capital a la crisis de credibilidad en que han caído los partidos del sistema y sus representantes; más bien, en su posición sobre la crisis y la modificación a la Constitución no se percibe diferencia de fondo a la planteada por grupos tradicionales y responsables de esa forma de hacer política. Y ha caído en el error de centrar su ataque a la posición contra la reelección, como si esto fuera lo fundamental y una posición de principios.
No ha sabido capitalizar la percepción ventajosa que le habían estado dando varias encuestas, aunque, desde mi punto de vista es una percepción manipulada por grupos de intereses.
Debilita a Guillermo Moreno (AlPaís) su imprecisión y su indecisión sobre la política de unidad y sobre una propuesta alternativa al modelo político económico dominante (Neoliberalismo). El entusiasmo que un momento generó como la mejor opción para construir una alternativa, comienza a desinflarse.
Si Guillermo Moreno pacta con el grupo Convergencia-PRM simplemente para sacar al PLD del Gobierno, sería su peor error político. Guillermo Moreno-AlPaís debe aspirar a convertirse en el referente de un espacio colectivo y compartido por grupos y sectores que luchan contra el modelo neoliberal.
El escenario político está creado, ante el fracaso del sistema y los partidos tradicionales que lo representan, que no han resuelto ningún problema fundamental de los trabajadores, campesinos. Esos sectores excluidos y explotados necesitan y anhelan que se impulse una real y verdadera propuesta diferenciadora.
Es impostergable impulsar y presentar una propuesta programática contra el neoliberalismo, mediante un organismo aglutinador y que encabece Guillermo Moreno. Esta propuesta, debe tener como condición trascender el escenario del 2016. Es necesario construir un proyecto de poder a largo plazo, hasta convertir el pueblo en poder político y completar la obra de Duarte, Luperón, Manolo, Caamaño, y de todos los que han luchado por la verdadera liberación nacional.