La ciudadanía, en su esperanza, ha querido ver en Danilo Medina el presidente que realmente no es. De ahí la tendencia a olvidar ciertos hechos.
Danilo alcanzó la presidencia de la república por el uso abusivo de los recursos del Estado propiciado por su compañero de partido Leonel Fernández, en ese entonces presidente.
Danilo recibió un déficit fiscal estimado en 205 mil millones de pesos y nadie fue investigado y nadie debió responder ante la justicia. Prefirió tapar el hoyo fiscal con una carga de impuestos que han deteriorado la calidad de vida de las mayorías.
Danilo en su discurso de los 100 días declaró que “no iba a tirar piedras hacia atrás.” Y así, con esa frasecita envió una señal clara de que la corrupción del gobierno de Leonel Fernández quedaría impune. Y ha sido rigurosamente coherente.
Fue bajo esa directriz de Danilo Medina que el actual Procurador General de la República tuvo el descaro de desestimar mediante una nota de prensa la denuncia contra Leonel Fernández, Víctor Díaz Rua y Félix Bautista, por graves actos de corrupción.
Siguiendo esa directriz la Procuradora Fiscal del Distrito Nacional, de forma irresponsable, sin disponer una sola medida de investigación, archivó la querella interpuesta por graves actos de corrupción imputables directamente a Leonel Fernández en la conformación de la FUNGLODE.
Bajo esa directriz un Juez de la Instrucción dispuso el archivo del caso de Víctor Díaz Rua acusado de la comisión de graves actos de corrupción.
Ahora, al decidir no promulgar la ley que declara a Loma Miranda Parque Nacional, Danilo pone en evidencia al servicio de qué intereses gobierna.
Al presidente no le importaron los informes técnicos de la Academia de Ciencias de la Republica Dominicana, ni del PNUD, a solicitud del propio Presidente, ambos favorables a la preservación de Loma Miranda.
Al presidente no le importaron las decisiones del Tribunal Constitucional, del Tribunal Administrativo, de un tribunal de la Vega, todas a favor de la preservación de Loma Miranda.
Al presidente tampoco le importaron los informes técnicos del Congreso y que sirvieron de aval para elaborar el proyecto de ley que declara Loma Miranda Parque Nacional.
Al presidente no le importaron las decenas de manifestaciones de las iglesias, de gremios profesionales, de centenares de comunidades, de toda la opinión pública a favor de la preservación de Loma Miranda. Y no le importó nada de eso porque Danilo no gobierno por ellos, ni para ellos, ni los representa a ellos.
Al presidente Danilo Medina le bastó el comunicado de FALCONDO y otro del CONEP para que mostrara su verdadera naturaleza como gobernante.
Danilo, como tantos otros que hemos tenido, gobierna para proteger los intereses de sectores oligárquicos y de las trasnacionales. Fue con recursos de ellos, más lo que aportó la corrupción de sus compañeros de partido, como financió su campaña para hoy ser presidente. Danilo está atrapado en su laberinto.
Por eso, a nadie debe sorprender que Danilo Medina incline su balanza a favor Falcondo colocándose de espalda al interés de la nación. Esa es su verdadera naturaleza, como la de la mayoría de la cúpula dirigencial de su partido. En ellos no hay una sola onza de la dignidad ni del patriotismo de Juan Bosch. Son una vergüenza.