La semana pasada, en Lima, coincidiendo con la Cumbre de las Américas, dieciséis países, incluyendo todos los más importantes del continente, conocidos como el Grupo de Lima, anunciaron que no reconocerían al gobierno que salga electo en Venezuela, si no cambian las condiciones. Otra vez la República Dominicana no rubricó el documento.

Ya en la reunión del año pasado en la Organización de Estados Americanos (OEA) nuestro país tampoco apoyó al Grupo de Lima. En esos momentos éramos sede de negociaciones entre Maduro y su oposición, por lo que tenía sentido que no nos involucráramos tomando posiciones, pero las negociaciones ya cesaron y sin éxito. Los únicos países del continente que no integran el Grupo de Lima son la Nicaragua de Daniel Ortega, Bolivia (Evo Morales), Cuba (Raul Castro), Ecuador (Lenín Moreno), Uruguay (Tabaré Vasquez), la República Dominicana, Haití y todos los países de Caricom, con la excepción de Guyana, las Bahamas y Santa Lucía. Estados Unidos por primera vez se incorporó al grupo. Canadá ya lo había hecho antes.

La ausencia de las firmas de casi todos los países de Caricom así como de Haití, se podría explicar porque todavía reciben petróleo venezolano con financiamiento blando, aunque no en las cantidades de antes, pues las refinerías venezolanas apenas operan a un 31% de su capacidad. Hace pocos meses se anunció que el canciller mexicano visitaría varios países de Caricom, presumiblemente para ofrecerles petróleo con financiamiento, pero esta no se concretizó. En los años ochenta México y Venezuela, bajo el Acuerdo de San José, se repartirían ese financiamiento a la región.

Nuestro país hace dos años que no recibe financiamiento venezolano y recompró el grueso de la deuda con Venezuela con un gran descuento. El petróleo lo importamos hasta de África. Sin embargo el senador por la Florida, Marco Rubio, durante el cuestionamiento en el Senado americano a la futura embajadora en Santo Domingo, se quejó de que nuestro país no votaba en la OEA en contra de Maduro porque supuestamente seguíamos recibiendo ese financiamiento.

Especulemos ahora por qué nuestro país no se ha incorporado al Grupo de Lima:

  1. Por ideología. La ideología del PLD, antes de asumir el poder en 1996, era marxista y por eso su liderazgo todavía siente afinidad con la “dictadura con respaldo popular” boschista y de Maduro.
  2. Por razones económicas. Pudiese ser que el gobierno de Maduro contribuya económicamente para la campaña electoral del PLD. De ser cierto violaría las leyes dominicanas, pero no sería la primera vez que un gobierno extranjero entrega dinero a un partido nuestro, pues existen documentos que evidencian esos aportes por parte del gobierno norteamericano a la campaña electoral de Balaguer contra Bosch en 1966. Otra razón económica podría tener que ver con la compra en Venezuela de asfalto para nuestro ministerio de obras públicas. Un tercer elemento podría ser no entorpecer una posible compra de las acciones venezolanas en nuestra refinería de petróleo con descuentos donde los venezolanos han sido socios totalmente pasivos desde su inversión. No se logró más petróleo, ni fondos para la expansión.
  3. Por razones políticas. Leonel Fernández durante un tiempo fue negociador en el conflicto venezolano y si el gobierno de Medina se une al Grupo de Lima eso podría traer más conflictos entre los principales líderes del PLD que ya tienen bastantes . El empresariado venezolano enemigo de Maduro, parte del cual ha hecho inversiones en nuestro país, probablemente esté presionando a Medina, pero también hay empresarios venezolanos que se enriquecieron bajo Chávez (“boli-millonarios”) quienes también han hecho inversiones en nuestro país y que podrían presionar en sentido contrario. Ya contamos con unos 23,000 refugiados venezolanos en el país con capacidad para organizar piquetes. El gobierno de Trump es muy probable que presione al nuestro.

Sea cual sea la razón, o razones, el gobierno de Medina debe cambiar de posición e incorporarse al Grupo de Lima, donde están las grandes democracias de la región. Los venezolanos nos ayudaron cuando sufrimos bajo Trujillo. Es hora de reciprocar.