Entre el 2013 y el 2015, el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) basado en simples resoluciones, elevó el costo del flete marítimo del gas licuado de petróleo (GLP), desde el exterior hasta nuestros puertos, en 90 dólares la tonelada métrica, al pasar de 135 dólares hasta 225 dólares. El costo del flete marítimo es una de las variables influyentes en la fórmula del precio de paridad de importación del gas licuado del petróleo. Si el costo del flete sube el precio final del galón del GLP también.
Se trata de un caso inaudito puesto que el valor del flete de los buques de transporte de GLP en el mundo está estandarizado y no lo fija ninguna autoridad dominicana que, por demás, no es propietaria de barcos tanqueros con esas capacidades.
En otras palabras, en realidad los importadores dominicanos de GLP no pagaron en dicho periodo esos 90 dólares extras por tonelada a ninguna empresa dueña de buques tanqueros, pero, sin embargo, lo cobraron en el precio por cada galón vendido a detallistas y ciudadanos. ¡Y lo hicieron autorizados por resoluciones del Ministerio de Industria y Comercio (MIC)!
Nos referimos a las resoluciones No. 07 del 13 de enero del 2013 y la No.365 BIS del 30 de diciembre del 2015.
Si se examinan dichas resoluciones se observaría que el aumento se hizo gradualmente, llevándolo primero de 135 dólares a 185 en enero del 2013, luego, seis meses después, se elevó a 205 dólares, y otros seis meses más tarde, en enero 2014, fue incrementado a 215.50 dólares hasta que, finalmente, en diciembre del 2015 se incrementó a 225 dólares por tonelada.
Esa gradualidad no tuvo lógica técnica ni económica, sino política, puesto que se trataba de suavizar el impacto alcista en el precio de venta al público del galón del inflamable GLP. Por ejemplo, debido a que una tonelada métrica de GLP contiene 504 galones, entonces los últimos dos aumentos indicados solo representaron un incremento de 81 y 87 centavos de pesos por galón de GLP, mientras que los dos primeros tuvieron un impacto de 4 pesos y 1.64 pesos por galón.
Esa carga extra, e ilegal, opera en los hechos como un impuesto arbitrario que pagamos todos.
Según datos del Banco Central, el país importa un poco más de un millón de toneladas métricas de GLP al año, que multiplicada por los 90 dólares extras que recibian los importadores sin justificación ni derecho, equivalen a 90 millones de dólares o aproximadamente 4 mil 500 millones de pesos al año. El caso pareció escandalizar al Ministro de Hacienda según su declaración a la prensa en octubre del 2017, pero solo se ocupó de disponer que a partir de este 2018 aquel jugoso dinero fuera cobrado directamente por y para el gobierno y no por los importadores privados. En otras palabras, la extorsión continua, pero con otro extorsionador.
Este abuso de poder con un insumo fundamental de la vida cotidiana es algo que, parodiando a Danilo, nunca se había visto.