Nueva York.-Un Estado es tan fuerte como sus ministerios y, gobernando con sus dichosas “comisiones”, el Presidente Danilo Medina corroe nuestra precaria institucionalidad, su fuente primaria de poder.
Esto es mucho peor que las comisiones cobradas en la corrupción administrativa, el presidente Medina, protegiendo corruptos, destruye lo que queda del Estado Dominicano.
Las “comisiones” del Presidente Medina obstruyen la justicia y destruyen la institucionalidad, y manipula la narrativa de los hechos en su favor, para muestras, bastan dos botones.
Con los sobornos de Odebrecht, el presidente Medina intenta suplantar el Poder Judicial con una “comisión de notables”. Funcionarios del Palacio Nacional y accionistas de Odebrecht, investigarán a Odebrecht y la presidencia, añaden burla al insulto.
La comisión es una “procuraduría alternativa”, aquí el Presidente Medina pretende controlar la narrativa del caso, los comisionados tendrán que decirle exactamente lo que él quiere oir. Antes de fortalecer la independencia de nuestra precaria justicia, Medina la ignora y crea su propia “justicia”.
Con los tres muertos en San Pedro de Macorís, Medina integra otra “comisión”. El propio presidente impide que la fiscalía y la policía investiguen, establezcan responsabilidades y busquen las sanciones judiciales. El Presidente Medina profundiza la destrucción de nuestra precaria institucionalidad, y socava las bases de su poder político.
Esa comisión hizo lo que quería el presidente, ocultar todas las estafas cometidas contra miles de personas. Hay tres muertos y estafas multimillonarias, nadie cae preso, alguien pierde el empleo, esa es la pena máxima en la “justicia danilista” de la impunidad.
El Estado Dominicano se debilita, mientras se fortalece un presidente manipulándolo todo.
Este es un record mundial, nuestro presidente Medina destruye el Estado para garantizar la impunidad de los corruptos.
Los legisladores podrían detener ésto, pero están corrompidos hasta los tuétanos, suplantaron nuestra democracia con una componendocracia corrompida.