La política ha sido una ciencia matemática. Todo político pragmático, frío y calculador, no es un humanista, sino un matemático. Siempre hay que calcular. Por eso Danilo siempre calcula y calcula. Por ejemplo: Si Leonel tiene tantos diputados y el PRM cuenta con tantos, hacen un total de tantos, de los que necesito tantos más cuantos para, con los míos y los de Miguelito, modificar la Constitución. A partir de ahí la orden es muy clara: “¡Gustavo!… ¡José Ramón!… ¡Necesito a esa gente, cueste lo que cueste!… ¿Oyeron bien?…¡Cueste lo que cueste!”. (Se sabe que ya están multimillonariamente en eso).