Hablando es que la gente se entiende…Por tanto, hablando es que los pueblos se entienden. Y si hay dos pueblos (estúpidamente incomunicados) que deben entenderse, por su vecindad indisoluble y por su irrenunciable procedencia (ambos desde lo más cruel del colonialismo esclavista y genocida) son los pueblos dominicano y haitiano: cada uno con aspiraciones comunes y con una larga agenda de soluciones que demandan acciones concertadas, como, por ejemplo, en el campo de la cultura. (Por todo eso, hay que celebrar la creación, aquí y allá, del Instituto Domínico-Haitiano de Relaciones Culturales).