Cúcuta salto a la fama, cuando Chávez  declaro a esa  ciudad y la zona transfronteriza “ciudad de paz” : es situada de ambos lados de un puente que se hizo famoso por el concierto que se realizó para celebrar los acuerdos de Paz entre el Presidente Santos y las Farc. “Ciudad de paz” significaba que solo debía correr lazos de convivencia y de colaboración entre los dos países, Colombia y Venezuela para desarrollar entre ambos países, lo que había sido  el terreno y escenario de graves conflictos armados.

Pocos sabrían ubicar la famosa Cúcuta en un mapa. Hoy de nuevo esta en las “primeras” de los periódicos del mundo  por ser “el almacén” de una donación que mando la USAID,   sin que Venezuela se los pida, y que llego a Cúcuta, mas rápido que las ayudas a Haiti, post seísmo. Hoy  la prensa internacional de nuevo se moviliza en el famoso puente, esta vez para un show de mal gusto: a la espera de que   “algo grave o espectacular” suceda allí con el paso trancado por los militares venezolanos. 

Durante siglos, Cúcuta fue una ciudad fronteriza librada a su suerte –no explotada-, ¿quien le iba a prestar atención?  Su gente vivió de su mayor destreza la artesanía: fabrican esos famosos sombreros,  unas alpargatas y los que tienen tierra producen café haciendo incapie en las enormes desigualdades en la propiedad de la tierra, los mas pobres han explotado otra faceta de su sabiduría:  las actividades ilícitas, casi normales en las fronteras, como el contrabando de armas, del petróleo, de la droga, de la  moneda y de un comercio transfronterizo de grandes proporciones en alimentos, obedeciendo a una especulación en torno de los precios diferentes entre esos dos países. Cúcuta  se caracterizó por vivir entre lo legal- ilegal, lo permitido- prohibido y lo poco tolerado por las Aduanas que tienen esas actividades que afectan la moneda, la inflación, la escasez-fluidez del dinero sin recordar el tráfico de personas.

Colombia comparte con Venezuela 2.219 km de frontera y a lo largo de esa frontera los estudios geopolíticos han identificado 247 pasos ilegales: 183 en La Guajira (113 binacionales – 70 internos), 50 en Norte de Santander,  14 en Arauca, 76 pasos en Nariño. Para ese tráfico ilegal se construyen  trochas perfectamente ubicadas, entre los estados de Zulia y Táchira en Venezuela y  Norte de Santander y La Guajira en Colombia,  donde se movían más de 100.000 barriles diarios de petróleo, según cifras de PDVSA y Fendi petróleo en el 2015. El 10% del combustible que se vendía en Colombia, era de contrabando (El colombiano, 2015). Es decir de la importancia económica de ese tramo fronterizo, de difícil acceso y de constantes conflictos.

¿Porque Cúcuta no logra una paz duradera? ¡si no es excepción en el mundo! muchas grandes ciudades son fronterizas y  tuvieron destinos complicados por la geopolítica y por haber sido objeto  de decisiones trágica como la masacre de Armenia por Turquía, Ruanda, Eritrea, Somalia! Sin embargo, muchas de esas zonas  han logrado superar sus pasados, sus conflictos ha estabilizado sus fronteras y  han sabido sacar provecho de su posición……

pero Cúcuta se encuentra atrapada, en medio de conflictos que se prolongan entre Bogota y Caracas y estrategas militares halcones, que la usan para crear situaciones rocambolescas, dramáticas que re-surgen de sus cenizas  o apatías cuando a algún sector le conviene. Así es la geopolítica de Cúcuta entre la geopolítica latinoamericana y los intereses de poderes locales. 

Cúcuta y la frontera colombo-venezolana fueron declaradas varias veces  “territorios de paz” y el ultimo intento, por medio del diálogo, había sido los que mantuvieron, el presidente Juan Manuel Santos y la ex canciller Delcy Rodríguez,  para implementar políticas de desarrollo entre los dos países. Incluso se solicitó a la CEPAL, la creación de una comisión especial para analizar el tema económico, financiero y comercial en esa frontera, considerada una de la más activas del mundo ( CARACAS, NOTICIAS 24) entre otros, por el crimen transfronterizo, el paramilitarismo, el narcotráfico y el contrabando que  afectan negativamente el comercio binacional, la moneda venezolana, así como también el diferencial de precios y  el negocio de las extracciones mineras ilegales (CARACAS, NOTICIAS 24). Cúcuta y Colombia y Venezuela necesitan de verdaderos amantes de la paz, de planificadores interesados en que sus opciones desembocan en mejoría, en bienestar, en no necesidad de optar por lo ilegal, por lo prohibido, Cúcuta en Colombia  y San Cristóbal en Venezuela se merecen una oportunidad real.

Ayer, Cúcuta estaba de nuevo, proyectada como ciudad mundo, ciudad espectáculo, ciudad de las “unas” de las portadas mundiales de los medios  que esperaban que terminara “mal”  ese forcejeo entre “héroes anónimos” que manejaban “camiones”, sujetos que se parecían más a soldados y tanques de guerra y otros que miraban sin entender, ni pillo, ¡quienes mueven los hilos peligrosos de ese montaje que podría llevar a América Latina, a revivir sus peores años de represión, de cárcel y de exilio como en los años 70’s.