Sin sonrojarse, Danilo Medina, presidente de este país desde 2012 hasta 2020, rompe su silencio para hacer esta risible declaración: “No me van a avergonzar como dirigente del PLD…" "Las acciones del gobierno, de tratar de derribar al PLD, obedecen a la impronta dejada durante mis ocho años al frente de la administración pública…" Es muy comprensible lo que declara, pues hace tiempo que él perdió la vergüenza, igual que los demás dirigentes, que no han tenido el mínimo decoro de ejercer la autocrítica ante el desprestigio en que ha caído su partido, obra de Juan Bosch (paradójicamente el más honesto de nuestros grandes líderes).