¡Por fin, en medio de esta confusa maraña de impúdicos destapes, falacias, conspiraciones, golpes bajos y odios partidistas viscerales, llega una noticia que merece una bullosa celebración!…¡El Tribunal Constitucional pegó una: anuló, a pedido de la Fundación Prensa y Derecho, un artículo de la Ley Electoral apestoso a dictadura que establecía prisión hasta de diez años, dizque por “difamación”, para todo comunicador que pusiera en duda el “honor” de cualquier político bandido de los que tanto abundan en el circo electorero, aunque todos sabemos, por acumulación de evidencias, quiénes son y dónde están!