“Porque la otra característica clave del sistema no es económica sino política. Se trata de la ruptura del vínculo entre ciudadanos y gobernantes. “no nos representan”, dicen muchos. Los partidos viven entre ellos y para ellos. La clase política es una casta con un común interés en mantener el reparto de poder mediante un mercado político-mediático cada cuatro años…”

   (Manuel Castells, De la Crisis Económica a la Crisis Política)

En la República Dominicana sigue creciendo su Producto Bruto Interno (PBI) a una tasa en el recién pasado año 2016, según el Gobernador del Banco Central: 6.6%. La más alta de toda la Región. Incluso, la mayoría de los organismos que evalúan nuestra economía, hacen honor a este crecimiento; empero, por su rol, no se adentran en lo que pasarían a ser los considerandos de ese crecimiento y sus muletas.

El crecimiento es importante, necesario, porque abarca en un periodo de tiempo determinado, generalmente en un año, el ritmo de la inversión de las empresas, el consumo de los hogares, el saldo de los intercambios comerciales con el exterior y el Gasto de Consumo de la Administración Pública. Cuando vemos el crecimiento solamente, estamos mirando con una ojeada cortoplacista. Es un horizonte caracterizado sin visión, aunque ese crecimiento haya sido en los últimos 25 años. Vale decir, la cifra del PBI y su crecimiento es una perspectiva de corto plazo. En cambio, la verdadera visión, el verdadero compromiso, es cuando accionamos a largo plazo, que es el componente relevante, pues estamos asumiendo el Crecimiento de la Productividad.

La Macroeconomía, con sus componentes positivos de Tasa de Interés, Tasa de Cambio, Tasa de Inflación y Crecimiento de la economía, nos ejemplifica el manejo de la política fiscal y la política monetaria. Las variables económicas suelen ser diferentes según su contexto y tiempo de horizontalidad. Aquí, de lo que se trata es de desvelar cómo la actividad económica crece, impulsada por una mayor demanda del Gasto en Consumo de la Administración Pública y que este se recrea, como dice Germania Montas Yapur, “República Dominicana va a su décimo año de balance presupuestario deficitario”.

Esos déficits que rondan los 725,000 mil millones de pesos han tenido que ser “recompensados” con un endeudamiento sumamente galopante. Como Sociólogo y ciudadano hubiese querido un crecimiento menor de la economía, más enfocado a largo plazo que tiene que ver con el crecimiento de la productividad, donde la innovación tecnológica y la inversión de las empresas ocuparan una mayor dimensión y no el rol del Gasto de la Administración Pública, como ente de crecimiento a corto plazo.

El crecimiento económico con déficits acumulados y permanentes, anidados en un endeudamiento que sobrepasa el 48.5% del PIB, genera una corriente subterránea, una burbuja centrípeta, que a mediano plazo trastocará el modelo en que descansa el crecimiento.

La sociedad debe urgir a los hacedores de políticas públicas, al Poder Ejecutivo, cambios estructurales y en la estructura de los órganos del Estado. Por un lado, el Estado tiene que enfocarse en la Efectividad Gubernamental que tiene que ver con 4 pilares: Calidad Regulatoria del Estado, Calidad y Eficiencia de los servicios públicos, Costos de la burocracia, Calidad de los servicios básicos de infraestructura (agua, saneamiento, electricidad) y el Control de la Corrupción. Desmadejar la construcción de un Estado-Negocios que atraviesa por aquella frase de Confucio “Los que asumen la autoridad al obtener un cargo público deben controlar severamente sus acciones, con el fin de actuar acertadamente en todo momento al evitar el mal. En caso contrario, provocarían la ruina del Estado”.

¿Qué sectores crecieron en el 2016 según el Banco Central?

  1. Minería (26.5%);
  2. Intermediación Financiera (11.0%);
  3. Agropecuaria (9.6%);
  4. Construcción (8.8%);
  5. Hoteles, Bares y Restaurantes (6.4%);
  6. Comercio (5.9);
  7. Transporte y Almacenamiento (5.3%);
  8. Manufactura Local (4.8%);
  9. Enseñanza (5.2%);
  10. Otros servicios (6.8%).

Estas actividades, explicaría el más alto funcionario Monetario-Financiero, abarca, en conjunto, el 80% del crecimiento de la economía y crearía 148,532 empleos. No obstante, la desocupación abierta bajó de 7.3% en el 2015 a 7.1% en el 2016. ¿Cuál ha sido el flujo de la Inversión Extranjera Directa por países de origen en el 2016 y el Flujo de la Inversión extranjera Directa por actividad económica, en dólares, en el mismo año?

1) España 121.3 millones de dólares;

2) Estados Unidos 139.3 “

3) Canadá 229.7 “

4) Gran Caimán 15.2 “

5) Reino Unido 1.0 “

6) Suiza 8.9 “

7) Holanda 225.4 “

8) Italia 27.7 “

9) Francia 3.6 “

10) México 96.3 “

11) Dinamarca 31.8 “

12) Alemania 5.3 “

13) Panamá

14) Islas Vírgenes BR 14.8 “

15) Venezuela 73.4 “

16) Resto 863.3 “

Flujo de Inversión Extranjera por actividad económica en el 2016:

a) Turismo 598.1 millones de dólares;

b) Comercio/Industria 357.5 “

c) Telecomunicaciones (219.6) “

d) Electricidad 132.5 “

e) Financiero 89.3 “

f) Zonas Francas 199.9 “

g) Minero 216.6 “

h) Inmobiliario 438.9 “

i) Transporte 48.8 “

j) Otros

Entre el 2015 y el 2016, la Inversión Extranjera disminuyó 359. 5 millones de dólares. En el 2015 fue de US$2,221.5 y el 2016 de US$1,862.0. Turismo sigue siendo cuasi la marca de las inversiones extranjeras, Comercio/Industria, Zonas Francas y el sector Inmobiliario. La Minería en el 2016 tuvo un crecimiento con respecto al 2015 de un 355% al pasar de 6.1 millones de dólares a 216.6 millones.

La diversidad de nuestra economía, el clima social y político del país, han posibilitado una gran cuota del crecimiento de la economía. Sin embargo, en los últimos 8 años ese crecimiento no es armónico, sano; es visceralmente inducido a través del Gasto en Consumo de la Administración Pública vía el Endeudamiento, donde los gastos corrientes alcanzan un 87% y el gasto de capital 13%.

El Mercado Interno crece solo a través del consumo y no por la fuente de la productividad, con el camino del aumento de las exportaciones y reformas estructurales que conduzcan a cambios de paradigmas en la manera de conducir el Estado y en las variables que tienen impacto en el empleo, en la salud. Se amerita de aumentar la Competitividad y la Productividad que es lo que potencializaría una economía con mayor inclusión y por ende con mejor Cohesión Social.

¡En ese golpe de timón necesitamos desde ya lo que Platón nos decía, sobre todo atribuible a la Administración Pública “No debemos permitir que los varones que educamos sean sobornables o apegados a las riquezas”. Es, después de todo, el único espacio en que podemos mejorar el Clima de Negocios y la sociedad!