De acuerdo a la teoría de quienes afirman y sostienen de una manera categórica, enfática y tajante, que los costos de generación es la principal causa de las altas perdidas y elevado déficit financiero y subsidio del sector eléctrico y que en consecuencia, reducir dichos costos debe constituirse en la primera prioridad nacional del Pacto Eléctrico, Edeeste debería ser la distribuidora que opere con el menor nivel de perdidas, ya que es la que posee el menor costo promedio de abastecimiento o costo promedio de compra de energía a los generadores.
De acuerdo al Informe Mensual de Desempeño del Sector Eléctrico publicado por la CDEEE para el periodo Enero-Agosto 2014, Edeeste fue la distribuidora con el menor costo promedio de compra de energía (energía + potencia) o costo de abastecimiento, situándose el mismo en unos US$0.134/Kwh para dicho periodo.
Para el mismo periodo de tiempo, Edenorte y Edesur tuvieron un costo promedio de abastecimiento mayor que el de Edeeste, siendo el de Edenorte unos US$0.187/Kwh y el de Edesur unos US$0.182/Kwh. Los precios promedio de compra de energía de Ednorte y Edesur son mayores que el precio promedio de abastecimiento de Edeeste en un rango entre 36% y 39%.
A pesar de que Edeeste para el periodo Enero Agosto 2014, adquirió la energía de los generadores a un precio promedio que oscila entre un 27% y un 28% más barato que el precio promedio de abastecimiento de Edenorte y Edesur para el mismo periodo de tiempo, las pérdidas de facturación de Edeeste relativas a la energía comprada a los generadores y facturada a los clientes y las pérdidas totales (diferencia entre energía cobrada a los clientes y comprada a los generadores), se sitúan en un 36% y 40% respectivamente, las cuales son superiores a las mismas perdidas que muestran Edenorte y Edesur para los mismos indicadores y para el mismo periodo de tiempo.
Para el periodo Enero Agosto 2014, Edenorte muestra unas perdidas en facturación de un 33%, un 10% menor que las pérdidas registradas por Edeeste para el mismo periodo. En lo relativo a las pérdidas totales, para el periodo Enero Agosto 2014, Edenorte presenta un monto de un 36%, el cual es un 11% menor que las mismas perdidas de Edeeste para igual periodo.
En el caso de Edesur para el periodo Enero Agosto 2014 ocurre una situación similar, mostrando unas perdidas en facturación de un 29%, un 19% menor que las pérdidas registradas por Edeeste para el mismo periodo. En lo relativo a las pérdidas totales, para el periodo Enero Agosto 2014, Edesur presenta un valor de un 31%, el cual es un 22% menor que las mismas perdidas de Edeeste para igual periodo.
Las cifras anteriores, así como los costos de abastecimientos del sistema aislado localizado en las zonas turísticas de Bávaro, Punta Cana, Macao y Bayahibe, concesionado al Consorcio Energético Punta Cana Macao (CEPM) y el nivel de pérdidas totales de dicho sistema aislado, demuestran, evidencian y confirman la falta de relación directa, conexión, vinculación y relación causa efecto entre los altos costos de generación o abastecimiento y las altas perdidas, altos déficits financieros y subsidio en el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI), donde operan las tres (3) empresas distribuidoras.
Si bien es cierto que la reducción en el costo de abastecimiento o generación contribuye a una reducción en el subsidio directo y en el déficit financiero del sector eléctrico y es algo necesario pero no suficiente, no es menos cierto que por el impacto que la entrada en operación de las plantas a carbón de Las Catalinas tendrán en la disminución del precio de abastecimiento o generación (unos US$234 millones anuales frente a un déficit en flujo de caja de unos US$2,000 millones anuales) y por la realidad operacional y comercial de CEPM, queda evidenciado que el costo de abastecimiento no es el factor principal o determinante en las altas perdidas y el elevado déficit financiero y subsidio vigente en el SENI, sino que las causas principales relacionadas con las las altas pérdidas totales y elevados déficits financieros y subsidios que ocurren en el SENI, se deben principalmente a;
- Los altos niveles de pérdidas no técnicas de las tres (3) empresas distribuidoras, los cuales son ocasionados por la gran cantidad de usuarios del SENI que consumen energía y su consumo no es facturado porque el mismo no es medido debido a que carecen de medidores o contadores. Según cifras y declaraciones de la CDEEE, se estima en cerca de un millón (1) de hogares y/o establecimientos comerciales que consumen energía y su consumo no es medido por carecer de contadores:
- Ineficiente gestión de las empresas distribuidoras:
- Exceso de gastos corrientes y empleados tanto en las empresas distribuidoras como en la CDEEE.
Si el Gobierno no toma la firme decisión de invertir recursos importantes en la reducción de las excesivas perdidas de las distribuidoras (no menos de US$800 millones en dos (2) años) y de reducir drásticamente los excesivos gastos corrientes de esas empresas y la CDEEE, tal y como tomo la firme decisión de contratar la construcción de las centrales a carbón, cuyo costo total se situara en el orden de los US$3,000 millones cuando se computen los costos asociados a la línea de interconexión, escalamiento de costos e intereses durante la construcción, entre el 2014 y la fecha en que dichas centrales entren en operación (entre 4 y 5 años incluyendo el 2014), el Estado podría estar erogando una suma total que oscilaría entre los US$5 mil y US$ 6 mil millones solo en subsidio directo al sector eléctrico, ya que de no hacerlo se corre el riesgo de que el País sufra apagones más intensos y frecuentes a los que se reciben en la actualidad. Para el 2014, con todo y la reducción del precio del petróleo, el déficit en flujo de caja del sector eléctrico (distribuidoras + CDEEE) se situara una vez más en el orden de los US$2,000 millones.
La inversión a realizar en la reducción de las pérdidas de las distribuidoras es menos del 30% de la inversión total a realizar en la construcción de las plantas a carbón de Las Catalinas y es una inversión que se puede realizar en un menor tiempo y con impactos positivos mayores en la reducción de las altas perdidas, del elevado déficit financiero y subsidio al sector eléctrico, cuyos resultados podrán observarse más rápidamente que los efectos de la entrada en operación de las plantas a carbón.
Si el Gobierno ha podido comprometer las finanzas públicas para ejecutar un proyecto de inversión en las plantas a carbón de Las Catalinas que implica unos US$3,000 millones en por lo menos cinco (5) años, a razón de unos US$600 millones en promedio por año, más fácil resultaría hacer un compromiso serio para una inversión en distribución de unos US$800 millones en dos (2) años, a razón de unos US$400 millones por año, para atacar y resolver las altas perdidas y elevado déficit financiero que experimenta el sector eléctrico, las cuales constituyen uno de los peores canceres que corroe y hace metástasis acelerada en las finanzas públicas.
La eliminación de las altas perdidas, elevados gastos corrientes y exceso de empleomanía de las distribuidoras y la CDEEE, conjuntamente con el respeto a la Ley, marco institucional e independencia del Regulador, son las correctas y claras señales que permitirían atraer nueva inversión privada al sector eléctrico, con lo cual se fomentaría la apertura del mercado eléctrico, propiciando una mayor competencia en el segmento de generación, sin necesidad de que el inversionista privado exija al Estado garantías soberanas ni financieras ni de ningún tipo, ni privilegios irritantes, para poder realizar sus inversiones.
Los enormes déficits financieros y subsidios asociados al sector eléctrico, los cuales ahogan las finanzas públicas, quedarían eliminados con la implementación de las medidas y acciones indicadas, lo que permitiría liberar cuantiosos recursos a favor de la salud y educación, recursos que hoy son tirados por la borda para mantener operando un sistema eléctrico caracterizado por las altas perdidas, la ineficiencia y exceso de gastos corrientes y empleomanía de las distribuidoras y la CDEEE.