Nueva York.–El camión-bomba mató168, destruyendo o dañando más de 300 edificaciones, e inmediatamente surgieron los culpables favoritos: terroristas musulmanes”.

Timothy McVeigh el ex soldado ejecutado por el ataque terrorista en Oklahoma City, en 1995, militaba en las milicias de Michigan, unos comandos ultraderechistas. Practicaban punería disparando contra fotos de los Clinton.

De esas milicias salió BlackwaterUSA, el ejército de mercenarios de un ex marine, un niñito millonario de Holland, Michigan, Erik Prince. George W Bush les pagó miles de millones contratándolos como mercenarios en Irak, con impunidad para masacarar, violar y saquear.

Muchos soldados desertaron del ejército regular, alistándose como mercenarios.

La ultraderecha despreciaba a los Clinton por intentar la reforma sanitaria, odian a Obama  por lograrla; el Tea Party es el brazo político del grupo conspirando contra Obama.

Mataron parcialmente su reforma sanitaria, cuando la Suprema Corte de Justicia dejó que los Estados decidieran si expandían el Medicaid, el seguro médico para pobres. Unos 26 estados controlados por republicanos no lo expandieron, ahora tienen millones de pobres sin seguro médico.

La reforma sanitaria, descorazonadoramente complicada, arrancó mal, las computadoras colapsaron; los pobres, nunca manejarán tanta complejidad.

Peligra la insostenible “recuperación económica” de Obama, imprimiendo dinero “inorgánico” para pagar deudas, manteniendo artificialmente bajas las tasas de interés del endeudamiento público.

Si no autorizan mayor endeudamiento antes del jueves 17, el viernes será el Apocalipsis.  Una mora del Gobierno Federal desataría una catástrofe económica mundial, devaluando el dólar, aumentando las tasas de interés, arruinando mercados y naciones.

Colapsarían la recuperación económica,  la reforma sanitaria, y la presidencia misma; sería un golpe de estado contra Obama. Los radicales nunca fueron racionales.  Esto es pura quimioterapia política, para destruir una célula considerada “maligna”, Obama, acabarán con media humanidad, no son bombarderos suicidas, son bombarderos cobardes, como McVeigh, quieren matarnos salvándose ellos.