Nos parece una telenovela el caso del submarino ARA San Juan al que me referí en mi entrega anterior que, al llegar al noveno día, se confirmó la tragedia de que la explosión detectada era proveniente del siniestro temido. Buscando en la prensa argentina, llegué al trasfondo en el periódico Página 12, de Buenos Aires. La denuncia: la reparación de “media vida”  llevada a cabo en Argentina, fue debido a la crisis financiera provocada por el kirchnerismo y el impago de la deuda externa que evitara  que se realizara en Alemania. Entonces, se pone en duda que fue una chapucería o que se cocinó la aprobación.

La realidad es que con el desprestigio de los militares y su dictadura, el gasto militar argentino es el menor del cono sur de América Latina, el 0.8% del PIB y el 85% es para gasto corriente, es el componente perfecto para garantizar la tragedia  que acaba de confirmarse.

Los que están en salmuera es la cúpula militar de la Armada Argentina, ya que los familiares de los 44 tripulantes “sacrificados” acusan de manipulación y de tapadera la información dada a la opinión pública.

Simultáneamente, arribó a puerto argentino el equipo ruso especializado en romper el casco del submarino  y rescatar los cadáveres. Esto se une a la tragedia  de la explosión del reactor nuclear del Kursk, ese submarino ruso ocurrida en el Mar de Barrents el 12 de agosto de 2000.

Comienza la etapa de encontrar la verdad. La hipótesis de la reparación se puede revisar ya que todo el proceso de refraccionamiento fue filmado, puede hacerse la revisión forense de dicha comisión. Dicha afirmación se encuentra en el siguiente reportaje de Página 12 siguiente: https://www.pagina12.com.ar/78279-todo-fue-filmado

En Argentina se dice que por ahora la tarea es rescatar los cadáveres; que luego vienen las responsabilidades. Algo poco parecido a lo que pasa en Dominicana, como nos lo recuerda el caso OISOE, como muestra, ya que nos quedamos esperando el establecimiento de responsabilidades.