“La mejor forma de predecir el futuro es inventarlo”. (Alan Kay)

Las competencias son cambios actitudinales permanentes; no bastan las aptitudes per se. Las competencias es la apropiación del conocimiento en la praxis social. Quiere decir, no es suficiente saber, sino saber hacer. Es la transformación del conocimiento en resultado. De allí, que las competencias atraviesan por el entramado de: Conocimiento (saber), Habilidad (saber hacer), Buen juicio (pensamiento lógico, creativo y crítico), y las Actitudes (para la aprendibilidad, para el Learnability).

Las Competencias transversales, es parte consustancial del aprendizaje blanco, vale decir, del cuerpo de capacidades para hacer frente a la realidad tomando en cuenta el contexto. Para ello se requiere de competencias que se aniden en la flexibilidad, la capacidad de aprender y la apertura permanente a la gestión del cambio. En esa constelación de competencias debemos de comprender que nunca tendremos todos los conocimientos, lo trascendental es como procesamos y provocamos esa bastedad de ellos, para adecuarlos a nuestra realidad y poder transformarla. Parafraseando a Carlos Marx, cuando decía “De lo que se trata no es de interpretar el mundo, de conocerlo, lo importante es transformarlo”. Técnicamente, es lo que hoy llamamos Competencia.

Competencia es el conjunto de habilidades, experiencias, expertice, know how, puesto en práctica en una situación concreta. Es el abordaje conceptual en el aterrizaje. Es como una persona que estudia para ser piloto, lleva seis meses recibiendo formación para esa profesión, pasa los exámenes teóricos con las más altas calificaciones; llega el día de poner en acción todo lo “aprendido”. No pudo. En consecuencia, no hay competencia. La competencia hoy en día es el Talento Humano que se define como el conjunto de conocimientos, habilidades, destrezas, experiencias y comportamientos. Dicho de otra manera, lo que eres ha de reflejarse en el comportamiento. Es que la mejor manera de decir es haciendo. Tu comportamiento sintetiza: tu pensamiento, tu decir y tu hacer. La competencia es la “capacidad para el desarrollo de algo”, que es en esencia TALENTO.

De allí que enfatizamos que todos los talentos son personas, pero no todas las personas son talentos. La clave aquí es la asunción de lo aptitudinal y lo actitudinal, que constituyen la dinámica motriz del Learnability: “una llamada a la movilidad, a seguir educándonos”, aprendiendo a crear valor en lo que hacemos, a producir ese plus que nos dan las competencias transversales: flexibilidad, la capacidad de aprender, de provocar y gestionar el cambio, mediante la creatividad, la innovación y el espíritu de equipo.

En la Gerencia del Talento Humano se produce, por decirlo así, un movimiento holístico. Todo está concatenado, cada subsistema apoya de manera medular a los demás. Opera un verdadero sistema. La Empleabilidad está asociada a las competencias y a la Aprendibilidad, en una correlación altamente significativa. No puede haber Empleabilidad si no hay competencias y aprendibilidad permanente. La Empleabilidad es la capacidad para conservar su puesto de trabajo en un mundo donde los cambios son permanentes. La Empleabilidad es como nos adaptamos de manera proactiva para poder responder a las transformaciones que van produciéndose en las empresas, en las organizaciones.

La Empleabilidad “es el potencial que tiene un individuo de ser solicitado por una empresa para trabajar en ella. Capacidad de sintonizar con el Mercado de Trabajo, de poder cambiar de empleo sin dificultades o de encontrar un puesto de trabajo”. En otros mercados de trabajo, de otros países, hay una erosión en el coeficiente de Empleabilidad que produce una parte del desempleo, por una parte, de las personas que no asumen un aprendizaje permanente, una constante aprendibilidad, que implica nuevos conocimientos, habilidades, competencias de la Fuerza de Trabajo. Se produce, entonces, una baja voluntad de reaprendizaje, como nos diría Idalberto Chiavenato.

Seres humanos que no van renovando sus competencias. En Dominicana no sucede así. La alta Tasa de desempleo no es consecuencia, en gran medida, de la ausencia de competencias y, por lo tanto, la erosión de la Empleabilidad es muy baja. La Tasa de desempleo ampliado es cuasi estructural en la sociedad dominicana. Oscila desde hace 20 años entre 13.9, 14, 15, 16, y llegó en algún momento a 19. Promedio: 15.7. Muy alta. No hablemos del Subempleo que ronda un 10% de la Población Económicamente Activa. En los universitarios la tasa de desempleo es de 19%, profesionales con títulos.

¿Ese 19% de desempleo en los universitarios es por falencias, carencias y debilidades en sus competencias? Digamos que no. En gran medida se debe al modelo económico. Un modelo económico que no demanda Capital Intelectual. Hay más empleos en personas del nivel Primario (1, 602,589) que en el Universitario (1, 003,503). Secundario, tenemos (1, 626,270) y el renglón de Ninguno, todo esto, según el Banco Central (199,550). De ese 1, 003,503 universitarios que trabajan, alrededor de un 50%, lo hacen en aéreas que no fueron las que estudiaron. ¿Cuáles son las dos aéreas que más demandan profesionales, pero que al mismo tiempo generan menos empleos? Sistema Financiero y Energía y Minas. ¿Por qué creen ustedes, entonces, que la Tasa del potencial de emigración de los jóvenes está en el segmento de profesionales universitarios?

Tenemos muchos puntos ciegos en el abordaje de esta problemática, sobre todo, en hacedores de opinión pública, que tienen información, pero no conocimiento al respecto y vierten datos que no guardan relación con la realidad social del Mercado de trabajo, de las competencias y de la Empleabilidad. La asimilación en el Mercado de trabajo en la sociedad dominicana, en gran medida, tiene que ver con las relaciones primarias de los sujetos (grupos y clases sociales) y, con una Administración Pública, que a pesar de tener una Ley de Función Pública: 41:08 que celebró sus 10 años de existencia, todavía para acceder a un puesto, depende quien te mandó. Existen muy poco los concursos públicos.

En este mundo de constante cambio debemos de recurrir a la hermosa frase de Mario Benedetti cuando decía “cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”. ¡Tenemos que inventar un futuro más significativo para todos!